Fútbol

Domingo de resurrección para el Coruxo

Los futbolistas de verde celebraron por todo la alto la victoria y el gol del 10 en el vestuario del Álvarez Rabanal, donde ganó ayer.
photo_camera Los futbolistas de verde celebraron por todo la alto la victoria y el gol del 10 en el vestuario del Álvarez Rabanal, donde ganó ayer.
El Coruxo ganó ayer al Covadonga gracias a un gol ganador de Mateo Míguez, que tras volver de una grave lesión hace unas semanas, sintió de nuevo la cara más amable del fútbol

No siempre las frases de autoafirmación responden a la realidad. Es más, no suelen hacerlo. Aquello de que “el fútbol siempre da revancha” podría perfectamente acabar con el añadido de “o no”.  Sin embargo, en ocasiones, un trago dulce se contrapone -que no compensa- con uno amargo. Por eso, el gol ganador de Mateo Míguez ayer en el minuto 92 fue una reconciliación con el propio fútbol. El redondelano dio la victoria al Coruxo en el campo del Covadonga en su cuarto encuentro tras superar una rotura en el tendón del bíceps femoral derecho, que le mantuvo apartado de su pasión casi cuatro meses. Todo ello, después de una temporada pasada con siete meses fuera por una fascitis plantar. En total, dos años sin marcar.

El caso es que, como decía Marcelo Bielsa, al 10 verde le tocó "tragar veneno". Y quizá este gol no sirva para que “todo se equilibre al final”, pero la felicidad individual y colectiva siempre es algo a atesorar. Sobre todo, después de tantas épocas de vacas flacas. Todo dentro de la inercia ganadora del Coruxo, que está en ese momento de gracia en el que todo sale. Solo asíse explica que sumara su cuarto triunfo consecutivo tras un partido espeso en Oviedo, en el que sufrió ante un Covadonga casi desahuciado, para acabar sumando tres puntos importantísimos. Quedan cinco jornadas, el descenso está a nueve puntos y el play-off a uno. Meterse en la lucha por el ascenso es ahora mucho más que un sueño. 

Todo tras un buen inicio de los pupilos de David de Dios, con una presión alta agobiante, que no granjeó ocasiones claras.  Apenas un par de escarceos.

En la segunda mitad, el conjunto ovetense se estiró en busca de apurar las últimas opciones de permanencia que le quedaban. Álex Menéndez cabeceó fuera un buen balón. También Turmo y Álex González malograron buenas situaciones dentro del área coruxista, en un ejemplo claro de por qué el Covadonga cuenta por cinco las jornadas que le quedan en Segunda Federación.

Inquieto por la situación, De Dios hizo el mismo cambio que lavó la cara de su equipo la semana pasada en O Vao. Mateo ingresó, en esta ocasión por Álex Barrera, y el aplomo llegó a las posesiones verdes. Aun así, los asturianos apretaban a base de empuje para regalar una victoria a su público. 

De esta manera, se cumplió otro topicazo de este juego. El perdón del Covadonga no encontró misericordia del Coruxo. Y en un balón largo, Mateo se sintió rápido y con la derecha, la menos buena, batió a Buru para celebrar en un sprint de pura felicidad convertido en domingo de resurrección.

Te puede interesar