El canterano y el canario siguen fuera de las sesiones tácticas pero están más integrados
David Costas y Jorge Sáenz volvieron a sentirse parte del grupo de jugadores del Celta hace dos semanas, cuando por fin el club y el cuerpo técnico les permitieron volver a tener entrenamiento con balón con el resto de sus compañeros. Ambos saben que competir en lo que resta de temporada será prácticamente imposible, tras haber descartado ambos opciones de salida en los dos últimos mercados en contra de los deseos de la entidad, pero al menos pueden realizar un trabajo que les sirva de cara al futuro.
La reintegración, eso sí, no es completa. Realizan la parte física y buena parte del trabajo con balón con el resto, pero cuando el técnico celeste, Eduardo Coudet, se centra en la preparación táctica del siguiente partido, pasan a ejercitarse aparte.
La situación de los dos centrales resulta paradójica, sobre todo teniendo en cuenta que el entrenador céltico ha lamentado en numerosas ocasiones la escasez de efectivos dentro de la plantilla. Ninguno de los dos ha contado nunca en el actual ejercicio, aunque hasta mediado el mes de diciembre sí entraban en las convocatorias. Entonces, Coudet habló con ellos para certificarles que no entraban en sus planes y les aconsejó que se buscasen una salida. Además, quedaron apartados del trabajo diario con el grupo.
Durante el mercado de enero, el Celta intentó que ambos dejasen el equipo para liberar así masa salarial. Pero a ninguno de los dos futbolistas les convenció las escasas opciones de las que dispusieron y se quedaron en el equipo, decisión criticada tras el cierre de la ventana de traspaso por Coudet. Eso sí, el técnico argentino anunció entonces una reunión a tres teóricas bandas con los futbolistas, el club y él mismo para determinar qué hacer. Al parecer, fruto de ese encuentro, y de la vigilancia del sindicato AFE, es la actual relajación en el aislamiento de los dos centrales.
La reintegración, eso sí, no es completa. Realizan la parte física y buena parte del trabajo con balón con el resto, pero cuando el técnico celeste, Eduardo Coudet, se centra en la preparación táctica del siguiente partido, pasan a ejercitarse aparte.
La situación de los dos centrales resulta paradójica, sobre todo teniendo en cuenta que el entrenador céltico ha lamentado en numerosas ocasiones la escasez de efectivos dentro de la plantilla. Ninguno de los dos ha contado nunca en el actual ejercicio, aunque hasta mediado el mes de diciembre sí entraban en las convocatorias. Entonces, Coudet habló con ellos para certificarles que no entraban en sus planes y les aconsejó que se buscasen una salida. Además, quedaron apartados del trabajo diario con el grupo.
Durante el mercado de enero, el Celta intentó que ambos dejasen el equipo para liberar así masa salarial. Pero a ninguno de los dos futbolistas les convenció las escasas opciones de las que dispusieron y se quedaron en el equipo, decisión criticada tras el cierre de la ventana de traspaso por Coudet. Eso sí, el técnico argentino anunció entonces una reunión a tres teóricas bandas con los futbolistas, el club y él mismo para determinar qué hacer. Al parecer, fruto de ese encuentro, y de la vigilancia del sindicato AFE, es la actual relajación en el aislamiento de los dos centrales.
