Fútbol | Segunda Federación

La puerta cae a golpes

Los futbolistas del Coruxo celebran el segundo tanto que anotaron en el choque de ayer, obra de David Añón desde los once metros.
photo_camera Los futbolistas del Coruxo celebran el segundo tanto que anotaron en el choque de ayer, obra de David Añón desde los once metros.
El Coruxo superó al Racing Villalbés en un partido en el que necesitó adelantarse hasta en tres ocasiones para poder así adjudicarse la sexta victoria en los últimos siete encuentros

Es una evidencia que el fútbol es un estado de ánimo. Y el del Coruxo es de voracidad. De aquel que ya empezó a comer pero, lejos de saciarse, nota como cada mordisco le abre más el apetito. Un hambre atroz, casi violento, que lleva al conjunto verde a engullir un triunfo tras otro. El último ayer, en O Vao frente a un Racing Villalbés respondió, que se revolvió en dos ocasiones a las dentelladas locales. A la tercera no hubo respuesta y el equipo de David de Dios sumó así su sexta victoria en los últimos siete encuentros. 18 puntos que han catapultado a la escuadra verde desde el último puesto hasta el noveno, con un cómodo colchón de siete puntos sobre el puesto de play-out y a solo tres del play-off.

Para levantar los brazos, el Coruxo fue de frente. Sin mirar atrás. De Dios propuso cargar de frente a la superpoblada defensa del Villalbés, revelación de la temporada por méritos propios. Era cuestión de puerta grande o enfermería, pero teniendo en cuenta que el conjunto vigués está en ese momento en que convierte en oro todo lo que toca, la puerta del colectivo chairego cayó a base de golpes. El primero, violento, con un zapatazo de Johan Terranova desde el pico del área teledirigido a la esquina de la portería de Santomé.

Ese tanto, tras un dominio abrumador en los primeros minutos, parecía un tempranero canto de misión cumplida. No fue así. La respuesta chairega fue cuestión de un minuto y un error de Andriu y otro de Guido permitieron a Álex Pérez infiltrarse y entregar en bandeja el empate a Make. Los minutos de la locura culminaron en la otra portería, con una mano dentro del área visitante que Añón penalizó con tranquilidad desde los once metros.

A la vuelta de los vestuarios, el Racing se negó a darse por vencido. Cristian Martínez se encontró demasiado solo en la frontal, cargó la pierna y celebró el gol tras un error de Chekotun. Todo volvía a empezar. Es en esos momentos cuando las dinámicas pesan como bloques de plomo. Y la positiva del Coruxo le llevó a volcarse en busca de la victoria. Para ello, echó mano de su defensa-delantero. El capitán Andriu, que no había precisado su cabezazo poco antes, concluyó una situación de barullo en el área tras un saque de esquina. Varias peinadas, un remate de Davo y una parada de Santomé con el central tinerfeño muy cerca. Demasiado para el Villalbés. De rebote, metiéndose con la pelota dentro de la portería, con cualquier parte del cuerpo. Como sea. Así tumbó el equipo vigués la resistencia lucense, que no volvió a florecer. No había carpintero que arreglase esa puerta. 

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