Baloncesto | Liga Femenina 1

El Celta Zorka Recalvi seguirá en la élite del baloncesto español

Las jugadoras del Celta Zorka Recalvi celebran la permanencia conseguida ayer en un abarrotado pabellón de Navia.
photo_camera Las jugadoras del Celta Zorka Recalvi celebran la permanencia conseguida ayer en un abarrotado pabellón de Navia.
El Celta Zorka Recalvi logró la permanencia al arrollar al Bembibre y perder el Gran Canaria en Girona minutos después

Una victoria holgada, seguramente la más sencilla de toda la temporada, cinco minutos de espera que se hicieron interminables hasta que terminó el partido Girona-Gran Canaria, a 1.200 kilómetros, y el éxtasis se desató en la pista y en las atestadas gradas del pabellón Navia cuando el conjunto gerundense venció al isleño en Fontajau. El Celta Zorka Recalvi seguirá en la Liga Femenina la próxima temporada con la permanencia más cara de los últimos tiempos. Nada menos que diez victorias ha necesitado el equipo vigués para asegurar su plaza en la élite un año más, una salvación que parecía imposible al comienzo del curso, cuando las celestes perdieron sus siete primeros partidos y algunos con muy pobres sensaciones.

Pero el grupo de Cristina Cantero se repuso, empezó a competir y desde una defensa férrea y el talento individual de jugadoras como Musa -revelación de la temporada en la Liga 1-, Regina Aguilar o Clementine Samson llegó a la última jornada con opciones de salvarse, pero sin depender de sí mismo.

Para seguir en la élite, el Celta necesitaba ganar al ya descendido y mermado Embutidos Pajariel Bembibre y esperar que el Gran Canaria cayera en su visita a un Spar Girona que necesitaba ganar para asegurar su cuarto puesto y, con él, el factor campo en la primera eliminatoria del ‘play-off’ por el título.

La permanencia, pues, se jugaba en dos pistas y, diez minutos antes del empezar el encuentro de Vigo, los 1.460 asientos del pabellón de Navia ya estaban ocupados y aún seguía entrando público.

Había que apoyar al equipo celeste para que cumpliera la primera premisa, ganar a un Bembibre que, al final, fue casi un invitado de piedra porque llegó a Vigo con sólo nueve jugadoras y en el segundo cuarto perdió por lesión a la que estaba siendo la más destacada de las bercianas, Aina Martín.

El conjunto leonés sólo plantó cara en los primeros minutos, mientras el Celta ajustaba su defensa y buscaba el acierto en ataque. Elba Garfella, la máxima anotadora del partido con 23 puntos, empezó pronto su exhibición y una canasta de Musa, que firmó 20 tantos, llevó a la entrenadora visitante, Bea Pacheco, a pedir el primer tiempo muerto (15-7, min.7).

En ese momento, el Girona ganaba 14-8 al Gran Canaria y parecía que todo empezaba a cuadrar. Al final del primer cuarto, el Celta ganaba ya por 14 puntos de diferencia (27-13, min.19), pero en Fontajau, las canarias habían enjugado la diferencia (18-17).

En el segundo periodo, las celestes incrementaban su renta sin más contratiempos que la antideportiva a Haidara en la que Aina Martín se lesionó y tuvo que abandonar el partido. Al llegar al descanso, el choque estaba prácticamente sentenciado en Navia (50-30, min.20), pero en Girona, el Gran Canaria seguía aguantando (35-34).

A partir del tercer cuarto, toda la atención se trasladó al pabellón de Fontajau porque en Navia, el Celta seguía arrollando a un rival que dejó de creer muy pronto. Y las noticias que llegaban de Girona no eran buenas porque las isleñas se pusieron por delante en el marcador, logró una renta de siete puntos (39-46, min.24) y amenazó con romper el encuentro. No fue así porque el Girona -en el que la excéltica Marta Canella aportó 7 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias- reaccionó y llegó al final del tercer periodo con seis de ventaja (59-53, min.30). En Vigo, la atracción era el ingreso en la pista de las canteranas Uxía Rodríguez y Paula Salinas, que acabaron el partido dentro del quinteto y anotaron cuatro puntos cada una para gozo de los aficionados.

Cuando acabó el encuentro entre el Celta y el Bembibre, quedaban más de tres minutos por disputarse en Fontajau y el Spar Gran Canaria iba un punto por delante en el marcador (72-73).

Sobre la pista viguesa, jugadoras, técnicos y aficionados trataban de seguir el choque que se disputaba a 1.200 kilómetros de distancia desde los teléfonos móviles, pero la pésima cobertura del pabellón de Navia lo hacía cada vez más complicado.

Cristina Cantero paseaba sola, nerviosa, en una esquina de la cancha, mientras Musa y Trahan Davis firmaban autógrafos tranquilamente y el resto de las jugadoras se arremolinaban, expectantes, alrededor de un ipad.

A un minuto del final, Girona había logrado ponerse por delante y ganaba por tres puntos (76-73). Y, tras unos instantes de duda que se hicieron eternos, la buena nueva empezó a extenderse desde una esquina de las gradas, que seguían abarrotadas de público porque nadie quería irse sin conocer el desenlace. Y de las gradas, la noticia pasó a la pista: el Girona se había impuesto al Gran Canaria (78-73) y el éxtasis se desató en Navia. El Celta Zorka Recalvi continuará en la élite la próxima temporada, después de un curso que se alargó más allá del último bocinazo.

Te puede interesar