Balonmano

Cecilia Cacheda, jugadora del Guardés: "Sentía envidia al ver el derbi en la tele, el ambiente es muy bueno"

Cecilia Cacheda vuelve a vivir un derbi tras cuatro años en el Gijón.
photo_camera Cecilia Cacheda vuelve a vivir un derbi tras cuatro años en el Gijón.
Cecilia Cacheda, actual jugadora del Guardés, canterana del Porriño, volverá a disputar un derbi gallego el domingo

Como jugamos el miércoles y todavía está reciente el partido, no tengo el nerviosismo porque no está del todo interiorizado. Pero seguro que vendrán esas ganas y ese cierto nerviosismo. Y no solo por el derbi, estos años que jugué contra el Porriño, siempre fue especial. Es mi casa y siempre es bonito volver.

En su estancia en el Gijón, ¿le despertaba envidia ver el derbi por la televisión?

Sí, sí. La envidia era grande. Además, en estos últimos años se hizo un trabajo grande y creció mucho el ambiente. Ahora se consigue llenar el pabellón y era algo pendiente que teníamos de otros años, que es un pabellón grande y costaba llenarlo. Últimamente, con el himno de Galicia, se forma un ambiente que es una pasada.

¿Se nota mucho ese ambiente?

Claro que se nota. En mi caso, intento olvidarme y aislarme, pero se nota y también se agradece. En A Guarda tenemos la suerte de vivir un ambiente parecido todas las semanas y, al final, hace que, en gran medida, te acostumbres. Aún así, sí que se nota y es especial. Hace que esas cosquillas en la barriga sean un poco más intensas.

 Y será un partido muy igualado. 

En los últimos años están siendo así. Ya hace unos años que no se deciden por diferencias grandes. Siempre pasó un poco en los derbis, que no importa mucho la clasificación, pero justo ahora, tanto las plantillas como todo, es muy similar. Hace que todo sea parejo. Y, por suerte, porque se elevó el nivel de los dos conjuntos. Recuerdo que los primeros que jugué yo eran de estar más en la zona baja y, después, el Guardés con Manu Etayo y el equipo de las angoleñas ya comenzó a aspirar a la zona alta. Aún así, da igual el lugar en la clasificación, son partidos bonitos en los que la gente se engancha al balonmano.

Perdieron con el reloj a cero contra el Málaga. Supongo que quieren quedarse con el rendimiento del equipo y no con el final.

Es lo que hablamos. Es una jugada que puede pasar, en la que pecamos un poco de pardillos, por así decirlo. Hay que superarlo ya que, a pesar de todo, las sensaciones fueron buenas e hicimos un buen encuentro ante el Málaga, que es un gran equipo. Las sensaciones son buenas.

Este Guardés es muy nuevo, ¿cómo están?

Al principio, nos costó. Pero, a día de hoy, estamos mucho mejor. Las piezas van encajando y, poco a poco, vamos adquiriendo la dinámica que queríamos. El equipo llega preparado para afrontar un partido de este nivel, tanto en el plano mental como en el físico, porque ambos serán duros. Si a principio de temporada nos dicen que ya íbamos a estar a este nivel grupal como conjunto, no lo teníamos tan claro.

¿Cómo se encuentra usted?

Voy creciendo. En mi puesto (central) cuesta un poco porque tienes que adaptarte a las compañeras porque no había jugado con nadie, excepto María Palomo. Al final, cuesta adaptarse y más en mi posición, en el que tienes que pensar y tener claro con quién estás jugando. A medida que avanza la temporada, me encuentro más cómoda y mi nivel está siendo mejor que al inicio. Y creo que es un poco lo que se esperaba de mí.

Tras las lesiones, ¿cómo está?

Me encuentro bien y el preparador físico está haciendo un gran trabajo. Además, estoy cerca de Lalín, que hice la recuperación de la rodilla allí. Es el lugar en el que me conocen y el que fue mi recuperador también es amigo del preparador de aquí. Hablan entre ellos y me está ayudando. Creo que estoy en un buen momento y, por suerte, ahora mismo haber pasado por esas lesiones no constituye un hándicap, como sí lo hizo en otros momentos.

El Porriño, al contrario, es un equipo de continuidad. 

Sí. Abel Estévez (presidente) e Isma Martínez (entrenador) hicieron lo que pretendían. Parte del éxito del Porriño parte de eso, de que tenían claro el proyecto que buscaban a pesar de que los primeros años fueron duros. Insistieron en su forma de ver el balonmano y, a largo plazo, cosecharon los frutos que creían que podían obtener. El mérito de Isma, con el equipo que formó, es enorme. Es su principal virtud.

Entiendo que el Porriño buscará que ustedes no corran. 

Imagino que cada uno intentará imponer su estilo. En todos los partidos se trata de eso, de buscar imponer tu estilo por encima del contrario. El Porriño intentará llevar el partido a un ritmo un pelín más lento y al ataque posicional porque tienen buena defensa y nosotras buscaremos no ir por ahí, trataremos de imponer nuestra velocidad, que nos permite estar cómodas. Será un choque de estilos.

¿Cómo fue su llegada al Guardés?

Las cosas en el Gijón iban regular la pasada temporada. No sabíamos si íbamos a pelear por el título o por no bajar. El Guardés se puso en contacto conmigo, que era algo que ya había hecho en años anteriores pero yo, por estudios, tuve que decirle que no. Cuando me llegó esta oferta y con una propuesta de hacer un equipo competitivo, me convenció. A nivel personal necesitaba un cambio y se me estaba haciendo duro estar lejos de casa. La opción de acercarme a los míos y más después de los malos años a nivel físico, me dio ese plus. Y la propuesta deportiva del club es interesante, a lo que se añadió que el balonmano se vive mucho en A Guarda. Todo se juntó en el momento adecuado. Llegó la opción en un mal momento personal y el Guardés me daba estabilidad en lo que yo creía que necesitaba. A lo que se añadió un ambiente deportivo que creía que me iba a venir bien. A ello se añadió que ya estaba hablando con el Guardés cuando ficharon a Cristina Cabeza y eso ya me permitía saber que iban a tener un estilo que se me adaptaba bien. Fue la situación perfecta para dar el paso. 

Y con ese plus de que no era la primera vez, que insistieron. 

Me habían llamado otros años y no se había podido dar, sobre todo por temas de estudios. Al Guardés hay que escucharlo cuando te llama y no sólo en la parte deportiva, también porque vivir el ambiente de A Sangriña te hace sentir especial. Vivir el balonmano como se vive aquí es algo que a cualquier jugadora le gustaría vivir.

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