El cangués Pablo Graña, campeón del mundo dentro del C4 500

Graña, segundo desde la proa, palea junto a sus compañeros manteniendo un perfecto equilibrio.
photo_camera Graña, segundo desde la proa, palea junto a sus compañeros manteniendo un perfecto equilibrio.
La pontevedresa Antía Jácome sumó su tercera plata y su segundo billete olímpico en el C2 500 

El barco no es olímpico, pero sí espectacular. El cangués Pablo Graña revalidó ayer el título de campeón del mundo en el C4 1.000 de la cita de Duisburgo junto a los también gallegos Manuel Fontán y Adrián Sieiro y al mallorquín Joan Antoni Moreno. El cuarteto español adornó la última final del día en el Mundial con un espléndido final que dejó sin capacidad de reacción a sus rivales en esta plástica prueba. Acabaron marcando un tiempo de 1:30.808 por delante de Polonia (1:32.373) y Ucrania (1:32.725). 

También sumó un oro el asturiano afincado en Tui Pedro Vázquez, de nuevo en una especialidad no olímpica como el K2 1.000. Junto a Íñigo Peña, se colgó un oro fundamentado desde la misma salida para terminar con un tiempo de 3:11.512, superando a los húngaros Bence Vajda y Tamas Szantoi (3:12.366) y a los alemanes Anton Winklemann y Leonard Busch (3:13.550). Otro dúo a tener en cuenta de cara al futuro para los billetes olímpicos.

Como el que sí logró la pontevedresa Antía Jácome, la gran protagonista española en los Mundiales de Duisburgo al contar sus apariciones por platas. La tercera se la colgó ayer en una distancia incluida en los Juegos como el C2 500, haciendo de nuevo pareja con María Corbera. Sólo las chinas superaron a las españolas, a las que se espera peleando por los metales en París el próximo verano. Cuando Jácome también opta a lo máximo en el C1 200, con otra plata mundialista. Y porque el C2 1.000 no está en el programa olímpico, lo que supondría tres billetes para los Juegos de la gran canoísta pontevedresa

También ayer disputó su primera final mundialista la tudense Cristina Soutelo, que acabó en la octava plaza en el C1 1.000. A la del Kayak Tudense, que paleará hoy la lucha por las medallas en el C1 5.000, se le hizo demasiado dura la final pero saca una visión más que positiva. “Estos campeonatos son una experiencia de cara al futuro. Aprendo de este equipazo y en el futuro seguro que llegan los resultados”. Otro barco gallego se quedó al borde de las medallas, ya que Martín Jácome y Pablo Crespo acabaron cuartos en el C2 1.000.

Ya de tarde, el cangués Rodrigo Germade, que el viernes metió al K4 500 en París 2024, pasó la ronda de semifinales con el K2 500, distancia también olímpica. Hoy en la final, la meta es estar entre los seis primeros para certificar el billete a la capital francesa dentro de un año (11:50).

Araceli Menduiña

También hoy es el turno de la canguesa Araceli Menduiña, que busca las medallas en la modalidad adaptada de KL3 200 pero, sobre todo, una de las seis primeras plazas para clasificar la embarcación de cara a los Juegos Paralímpicos. La cita es a las 11:20 horas.

En cuanto al resto de la representación española, Paco Cubelos fue séptimo y no logró la plaza directa para París en el K1 1.000, pero se quedó a un solo puesto y lo normal es que en la reasignación se haga con ella.

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