Porriño pone fin a 30 años de “feísmo” en la Plaza Central

Una vez que el pleno aprobó ayer con 16 votos a favor del grupo de gobierno y 5 en contra de la oposición, BNG y PSOE, el Concello de O Porriño podrá resolver un grave problema de feísmo urbanístico, enquistado más de 30 años en el centro urbano. La medida afecta al esqueleto de un edificio lóbrego de seis plantas situado en pleno corazón de la Villa, en la Praza Central, a pocos metros de la Casa Consistorial y una de las zonas neurálgicas en el ámbito de las rúas Estación y Peña.

La solución propuesta por el gobierno local no solo resuelve el problema de ‘feísmo’ urbanístico, sino también la funcionalidad de la zona. La prioridad era y es acabar con este problema de feísmo “co que estivemos convivindo durante 30 anos”. Y ahora, esta modificación puntual del PGOM “permitirá dispoñer de máis vivendas nunha localización privilexiada, mellorando a calidade de vida e a dinámica urbana do centro do Porriño”, argumentó el alcalde, incidiendo en que la gestión del gobierno municipal, “non se limita a esta edificación, senón que está a traballar para resolver esta problemática noutras construcións”. Y además de mejorar la estética, con la nueva ordenación se podrá reactivar un área que estaba desvalorizada y contribuir al crecimiento sostenible del municipio, señaló Alejandro Lorenzo.

Desde la aprobación del Plan General de Ordenación Municipal, el conjunto de edificios en la calle Estación no se contempló adecuadamente dando lugar a un grave deterioro y abandono en una localización clave de la ciudad: la manzana donde está el edificio, la única con un espacio interior abierto, no edificable en planta baja, y en la que las alineaciones interiores estaban mal definidas, impidiendo considerar al espacio como patio de manzana o espacio libre. Ahora, la modificación puntual del PGOM, introducen ajustes en los parámetros de ocupación en planta baja, sustituyendo las alineaciones interiores por nuevas delimitaciones edificables y resolviendo el problema que mantenía paralizada la construcción desde hace tres décadas. Solución que no afectará al PGOM y mantendrá la edificabilidad y aprovechamientos urbanísticos contemplados.