Documento obligado para que el Ministerio de Hacienda rebaje la amortización de las retenciones del Estado al 25%, una de las principales fuentes de ingreso del Concello
El alcalde Luis Piña argumentó en el pleno que la situación económica del Concello de A Cañiza se acredita con el Informe de Intervención y la redacción de un Plan de Saneamiento Financiero que informe al Ministerio de Hacienda sobre la hoja de ruta para poder sanear su economía y que Hacienda tendrá que fiscalizar para comprobar su viabilidad y aplicación efectiva. En dicho Plan, redactado por Intervención municipal, se tiene en cuenta una moderada actualización de tres impuestos y tres tasas municipales (que ni siquiera alcanza para amortizar las retenciones de Hacienda, aun en el caso de que se rebajase al 25%).
Para solicitar esta rebaja, hay que presentar un Plan de Ajuste, y si Hacienda lo acepta, podría rebajar la retención a 23.000 €/mes. Retención que tiene su origen en los dos ‘mecanismos de Pago de facturas a proveedores que, obligatoriamente, el Concello tuvo que asumir en 2022 y 2023 por no cumplir con sus obligaciones de pago en el tiempo marcado por ley: superior a 60 días y excesivamente elevado en el tiempo.
“Esperamos que Hacienda tenga en cuenta el sacrificio que todos los cañicenses estamos haciendo, asumiendo la actualización de impuestos y tasas y los recortes en gastos, y que nos conceda la rebaja de la retención hasta el 25%; de non ser así el Concello dejará de percibir 552.000 euros/año, y si conseguimos la rebaja de ingresos del Estado pasarían de 1.104.000 a 828.000 euros".
Con estos antecedentes, en el pleno de este jueves, 30 de noviembre, se aprobó el Plan de Saneamiento Financiero que contempla la actualización de impuestos y tasas, recortes de gasto corriente y revisión y amortización de puestos de trabajo vacantes por jubilación. Medidas para equilibrar gastos e ingresos en los próximos ejercicios.
Aunque el alcalde ya avanzó que “será muy complicado conseguirlo si Hacienda no rebaja la retención, ya que a la grave situación económica heredada de mandatos anteriores, hay que sumar la carestía de la prestación de servicios básicos por nuestra configuración territorial: 108 kilómetros, población altamente diseminada y barrios poco poblados”. Y “tampoco podemos sacrificar más a nuestros vecinos, que no tienen la culpa de que antes no se haya gobernado con responsabilidad y según las posibilidades económicas del Concello, pero no podemos dejar de hacer nuestro trabajo, a pesar de saber que estas decisiones son difíciles y más en los tiempos que vivimos con la carestía e incremento de precios”.
