La partida a siete bandas que se juega por evitar las dos plazas de descenso todavía sin adjudicar vivió ayer sus primeros capítulos de la jornada 36. Los resultados de los rivales marcaron ya ayer y macarán hoy y mañana si el empate logrado por el Celta ante el Girona se puede considerar positivo.
Cronológicamente, la derrota del Almería en San Sebastián le valió al conjunto vigués para superar al andaluz en la clasificación. Un punto más -40 y 39- que puede resultar determinante si el final de curso se mantiene tan ajustado como está ahora mismo. Aumentar el colchón de equipos entre uno y el descenso siempre es positivo.
Ya de noche, tras el duelo celeste, las noticias no fueron tan positivas. Porque el Valladolid, que empezaba la jornada en descenso, se impuso al Barcelona en Pucela. De hecho, la tendencia del partido se vio muy clara desde el arranque, con un tanto en propia meta del conjunto culé. Y mediada la primera parte, un penalti de Eric García confirmó que el campeón de Liga no estaba lo suficientemente concentrado como para competir. Eso sí, hicieron falta un puñado de grandes intervenciones de Masip en la portería pucelana para acabar de convencer a los jugadores de Xavi Hernández de que no era su noche. Ya en la segunda mitad, se dejaron ir y el equipo vallisoletano acabó goleando (3-1).
Hoy serán tres los partidos de los que el Celta deberá estar pendiente. Por un lado, el Cádiz, próximo rival celeste, y sus 38 puntos visitan al Villarreal (19:30) con la posibilidad de superar a los célticos si ganan. Ya de noche (22:00), doble partido: el Betis recibe a un Getafe en descenso mientras que el otro equipo en esa plaza de pérdida de categoría, el Espanyol, hace los propio con el Atlético de Madrid. Madrileños y barceloneses pueden encarecer más la permanencia.
