En el último día de mercado y como opción inesperada. El serbio, nacido en Bosnia, Mihailo Ristic salió como titular el pasado sábado ante el Mallorca. En el primer encuentro en el que estuvo disponible jugó todo el partido en el lateral izquierdo para cumplir esa función de carrilero en la defensa de cinco futbolistas. Pese a que Manu Sánchez tuvo un buen papel contra el Almería, Rafa Benítez apostó por un futbolista que llegó al Celta con su bendición.
Buen físico, toque de balón acertado, asociación y agresividad fueron sus cartas de presentación de un jugador con una sólida trayectoria, pero que llegó al conjunto vigués tras un año horrible, probablemente el peor de su carrera, en el Benfica. En el conjunto portugués disputó siete encuentros en liga, con escasos 110 minutos y, a pesar de ello sumó un gol y una asistencia. Después, también tuvo participación en tres enfrentamientos más en Copa y en la Copa de la Liga.
Un rendimiento bajo que facilitó la llegada al Celta a un precio asequible de 1,5 millones, que podrán doblarse en caso de disputar 19 enfrentamientos. Algo que parece que sucederá visto que goza de la confianza de Benítez y de su buena presentación como jugador. Un precio bajo, pero que no se corresponde con su pasado.
Al equipo portugués llegó desde Francia, tras militar desde enero de 2019 en el Montpellier y en suelo galo firmó buenos números con muchos minutos, capacidad para anotar con tres dianas desde el lateral y, sobre todo, para asistir porque en 99 enfrentamientos dio hasta 9 pases de gol. Números buenos para un lateral, de proyección ofensiva, pero lateral.
Sus inicios fueron en el histórico Estrella Roja de Belgrado y, de joven, compaginaba el puesto del extremo con el de lateral, lugar en el que se asentó. También pasó por el Krasnodar ruso y, como cedido, en el Sparta Praga. Una trayectoria sólida que busca relanzar en Vigo. Dispone de vinculación hasta 2026.
El vigésimo balcánico para el Celta
La lista de jugadores balcánicos en el Celta comienza a ser extensa y, lógicamente, la mayoría llegados en las últimas décadas. Alguno todavía salió de la Yugoslavia unida y otros ya con los países totalmente separados. Mihailo Ristic es el vigésimo jugador precedente de la zona y su lugar de nacimiento es la localidad bosnia de Bijeljina. No obstante, se considera serbio y reside en Belgrado desde niño. Allí se formó como jugador. El listado de futbolistas nacidos en municipios de la actual Bosnia que pasaron por el Celta lo completan Vlado Gudelj (Trebinje), Goran Juric (Mostar), Savo Milosevic (Bijeljina) y Mirorad Ratkovic (Zenica).
El listado de jugador que vistieron la camiseta con nacimiento en Serbia es más amplio con Srdjan Bajcetic (Zrenjanin), Milos Bursac (Belgrado), Vladimir Culafic (Luge), Goran Djorovic (Pristina), Dejan Drazic (Sombor), Sasa Ilic (Pozarevac), Goran Maric (Novi Sad), Zoran Maric (Novi Sad), Goran Milojevic (Arandjelovac), Antal Puhalak (Subotica) y Nemanja Radoja (Novi Sad).
La lista de deportistas nacidos en ciudades de la actual Croacia es más limitada, con Stejepan Andrijasevic (Split), Zvonimir Boban (Imostski), Filip Bradaric (Split) y Danijel Pranjic (Nasice).
Mihailo Ristic ocupa la vigésima posición en esta larga lista de futbolistas de gran calidad y, por lo tanto, con historia en el equipo vigués. En letras de oro figura el delantero Vlado Gudelj o el centrocampista Mirorad Ratjovic, que continúan en la entidad como trabajadores. Savo Milosevic o Boban, con un paso con menor tiempo, dejaron una importante huella, mientras que tuvo gran importancia Goran Djorovic, aunque su marcha al Deportivo no dejó un gran recuerdo.
Como todo listado, también hay deportistas cuyo paso resultó con menor rendimiento del esperado o casi anecdótico. Los datos fueron obtenidos gracias a la colaboración de Alberto Fernández (@celtahistoria).
