Cariacontecido y resignado. Así compareció Rafa Benítez tras la derrota de su Celta contra el Atlético de Madrid, muy condicionada por la expulsión de Iván Villar en el penalti que cometió sobre Morata en el minuto 25. “Estamos pagando demasiado precio por errores o por situaciones de mala suerte como la de hoy”, subrayó el técnico madrileño, que se mostró contrario a la tarjeta roja en esa acción. “Para mí es amarilla y ya está”, apostilló.
“Es muy fácil decir que es roja porque no puede jugar el balón. Pero Iván Villar sí intenta jugar el balón y quiere hacerlo. Lo que pasa es que llega tarde y agarra al jugador. Puedes darle todas las vueltas que quieras, pero lo cierto es que nos quedamos con diez y tienes que remar contracorriente", profundizó Benítez sobre la jugada clave.
Pese a todo, el entrenador del Celta ensalzó el trabajo de su equipo antes y después de la inferioridad numérica. “Estábamos bien, con tiros y ocasiones. Después del 0-1 competimos bien”, explicó el madrileño, que reconoció que a partir del 0-2 las opciones bajaron al mínimo. “Es difícil de manejar. Ante un equipo tan fuerte, terminas concediendo muchas ocasiones”, enfatizó.
Benítez no quiso profundizar demasiado en el cambio de Aspas a la hora de partido. “Son situaciones difíciles. Buscas meter energía y disponer de tres futbolistas arriba con Larsen, Douvikas y Bamba”, explicó antes de hacer un alegato final al cambio en la rueda de la fortuna. “Quiero ser optimista porque en algún momento nos tiene que sonreir la suerte”, deseó el entrenador céltico, resignado con los acontecimientos. “Entre el VAR, con tres o cuatro decisiones, y ahora este tipo de situaciones… En algún momento esto tiene que cambiar y nos sonreirá la suerte”, recalcó para concluir.
