Los partidos del Celta se hacen finales

Fran Beltrán, el risueño Larsen, el recuperado Carlos, Hugo Sotelo y Manquillo, ayer en fila de a uno.
photo_camera Fran Beltrán, el risueño Larsen, el recuperado Carlos, Hugo Sotelo y Manquillo, ayer en fila de a uno.
El Celta visita al Cádiz, su inmediato perseguidor, con la idea de poner tierra de por medio con el descenso (14:00, Gol)

Cuando estás en la zona baja, los dedos se hacen huéspedes y las jornadas finales. El miedo campa a sus anchas estrechando la capacidad de los equipos, que sudan cada punto casi con sangre. Y esa tensión de uno se multiplica por dos cuando el partido en cuestión reúne a dos implicados, como sucede este mediodía en el Nuevo Mirandilla con el Cádiz y el Celta. Hasta ahora, hermanos de torpeza en la pelea por evitar la primera plaza de descenso. Al cara a cara llegan los gaditanos en ella, pero con sólo tres puntos de deuda con los célticos, a los que cederán tan poco insigne puesto si ganan hoy. En cambio, una victoria viguesa estiraría la frontera a los seis puntos más el ‘gol-average’. Y en Liga tan avara con la puntuación, los charcos se vuelven mares y los mares, océanos.

En carrera tan lenta, es complicado señalar quién llega mejor. Debería ser el Celta, pues el Cádiz no gana desde el 1 de septiembre y tiene esos tres puntos menos. Pero la localía puede servir para mitigar esos aspectos. No les falta razón a los que dicen que, en el fondo, es un partido más, pero lo realmente trascendente son sus consecuencias. Lograr que éstas no salpiquen el juego de forma retroactiva es lo complicado.

De entrada, Rafa Benítez, técnico celeste, ha hecho los suficientes movimientos tácticos y de nombres en las últimas jornadas como para poder guardarse la apuesta final hasta hoy. Se espera que mantenga la defensa de cuatro componentes del encuentro ante el Barcelona y de la segunda parte en Getafe, pero tampoco se haría extraño ver la línea de tres centrales. Si se busca el efecto espejo, las últimas jornadas marcan que el Cádiz de Mauricio Pellegrino -segundo inquilino del banquillo gaditano esta temporada- juega con un clásico 4-4-2, y a ese esquema puede adaptarse perfectamente el Celta, pues lo viene utilizando. Y el partido, además, tendrá sus fases. 

Las bajas (Aidoo, Ristic, Dotor y Miguel), en principio, no afectan a la elección táctica. En cuanto a nombres, en el once se espera la presencia de Guaita en portería; del recuperado Manquillo y de Manu Sánchez en los laterales; de Unai Núñez y Starfelt en el centro de la defensa -con Carlos si son tres-; de Tapia y Beltrán o Jailson en el centro; de Allende y Luca de la Torre en las bandas; y de Aspas y Larsen en punta, con Douvikas al acecho.

Enfrente, el Cádiz se sabe ante una oportunidad de demostrarse que todo lo malo hecho tiene arreglo. Su principal problema, la falta de gol, lo puede intentar solucionar juntando a Sobrino, Ramos y el recién fichado Juanmi. Atrás, echará de menos a Fali y Pires y tiene la duda de su portero Ledesma.

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