Las Palmas-Celta: un canto a la retaguardia

Las Palmas - Celta

Análisis del partido entre el Celta y Las Palmas en el Estadio Gran Canaria

Hugo Álvarez pelea un balón con McBurnie en el partido disputado ayer en Las Palmas.
Hugo Álvarez pelea un balón con McBurnie en el partido disputado ayer en Las Palmas.

La primera portería a cero llegó en un partido en el que el Celta terminó con nueve hombres y en el que defendió mejor su área. Ante un rival en crisis, el equipo vigués se puso por delante con un planteamiento equilibrado, de orden. En inferioridad, realizó un ejercicio de resistencia inteligente sobre su área. Y sirvió para llevarse una victoria trabajada, defensiva.

Sin experimentos, con altura

Con Claudio Giráldez es complicado adivinar un equipo inicial y ayer sucedió lo mismo ante Las Palmas, aunque es cierto que optó por un equipo lógico, de regularidad. Apostó por centímetros en el trío de centrales para evitar apuros en el juego aéreo y puso a Mingueza y Hugo Álvarez en los laterales. La mayor novedad llegó en el medio al apostar por Beltrán e Ilaix para dejar al dúo Sotelo-Damián Rodríguez. El resultado conllevó un equipo serio y solvente en la parcela defensiva. Eso sí, poco brillo adelante.

Control y gol

Ante un equipo defensivamente flojo como Las Palmas, el Celta optó por presionar alto y replegarse si era superado. Dejó escapar dos ocasiones muy claras en los primeros minutos y después pasó a dominar el partido. Siempre sin riesgos, con un buen balance defensivo porque sabía que el rival iba a fallar en su área y lo hizo. Dos centros laterales de Mingueza para la llegada de Borja Iglesias. Dos goles, sólo que el primero estaba en fuera de juego. Buena elaboración celeste de lado a lado y contención escasa del rival.

Hugo Álvarez y el control

Poco a poco, la banda izquierda del Celta aparecía gracias a un Hugo Álvarez que comenzó a desbordar una y otra vez. En ocasiones gracias al espacio y en otras por talento. Por ahí generó el equipo vigués para, en muchas ocasiones, terminar por el lado contrario. Manual de mover el balón en los mejores momentos de la formación viguesa. La pena, no terminaron de ser constantes.

El descanso y la locura

Se llegó al intermedio y salió mejor el Las Palmas al campo en la segunda mitad ante un Celta que no terminaba de tener el balón para ganar control. No obstante, el partido enloqueció desde las tarjetas, las expulsiones y el árbitro. Doble amarilla a Ilaix y a Iago Aspas, la segunda por protestar, y el Celta se quedó con dos futbolistas menos. Nueva vida.

El plan y el rival

Se metió atrás el equipo vigués como formación veterana. Cerró su área y permitió centros laterales a un equipo flojo en ese aspecto. Pasaron los minutos y Las Palmas no generaba peligro ante un equipo vigués disciplinado y solidario. Defensa aérea con la línea de cinco y sin dejar segundas opciones. Cuando podía, se estiró el equipo vigués para ganar tiempo. Lo hizo y Las Palmas, en clara superioridad, atacó con escaso orden y de forma poco inteligente.

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