Apostó Claudio Giráldez por lo que conoce y venía haciendo en los últimos años con los mimbres que tiene en el primer equipo. Es decir, puso a Hugo Sotelo en el mediocentro y a Hugo Álvarez como lateral por la izquierda a pierna cambiada. Y ambos respondieron a lo que se pedía en Primera y que hicieron en muchos encuentros en el filial. Ya, también, Álvarez demostró tener un punto más de físico adelantado sobre su compañero, que le permite aguantar más minutos a un nivel elevado dentro de un ritmo superior que conlleva el cambio de categoría. Por eso, en la cuestión de los Hugos, hubo un poco más de Álvarez que de Sotelo, dentro de que los dos superaron con una nota elevada e ilusionante su inclusión en el equipo.
Por partes, Hugo Álvarez apuntó en la que parece que será su posición en los próximos encuentros, ya que tiene más aspectos de extremo por cualquier de las dos bandas que de lateral en el medio plazo. Dispone de características físicas que ya son válidas e, incluso, decisivas para la categoría. Su velocidad por la banda resultó especialmente elevada, superior a la mayoría de sus rivales y de sus propios compañeros, lo que le permitió llegar con claridad y tiempo para pensar a la zona de ataque y, lo que también es clave, regresar con mucha eficiencia para evitar las contras del rival. No llegó siempre, pero casi.
Una vez adquirido esto, el aspecto físico, se trata de un jugador muy fino en la parcela ofensiva. Y la finura es en varios aspectos. Lo es para el regate, hacia dentro; también para el disparo con su pierna derecha con la que rozó el gol; y, lo que todavía parece más relevante, en su capacidad de asociación con el resto de futbolistas del ataque. Un lateral largo que llega con ventaja y, una vez en el área o cerca, sabe qué hacer con el balón. En su caso, la gasolina llegó hasta casi el final del partido, al disputar 74 minutos. En la puntuación de la web estadística whoscored terminó como el tercer mejor jugador del Celta. Era su primer encuentro titular en liga.
El mediocentro, Sotelo, mostró en la primera mitad todas las virtudes que apuntó en pretemporada y, después, en algún momento puntual. Con el esférico en los pies, en un futbolista de gran calidad, de precisión en el pase y, quizás, el de mayor facilidad de asociación de todo el centro del campo del Celta. Tocó con frecuencia el esférico, lo hizo bien, con criterio y, en muchas ocasiones, con pases para superar líneas.
Todos aspectos positivos y, por lo tanto, ¿por qué no brilló tanto como su tocayo? Porque todavía le falta la capacidad física de la máxima categoría. Cada día avanza, pero una vez que el equipo pierde el balón, el de Sárdoma sufre más por el ritmo, las cargas físicas y las transiciones del oponente. De hecho, duró en el campo hasta el minuto 67 y salió cuando el Celta ya llevaba varios minutos sin el control del partido. Con enorme talento ofensivo, debe pulir el trabajo táctico de contención para terminar de formarse. Tiene tiempo con sus 20 años.
“Estamos más a gusto"
Al terminar el enfrentamiento, Hugo Sotelo fue uno de los futbolistas que evaluó el enfrentamiento. Admitió que “el vestuario está muy contento. Necesitábamos esta victoria y el Sevilla fue un gran rival. Supimos cómo afrontar el partido y ganamos”.
La pregunta por el cambio de entrenador era obligada y especialmente para él, que no era titular desde la duodécima jornada y ayer volvió al equipo inicial. “Tuvimos cuatro entrenamientos con Claudio y poco se puede hacer en estas sesiones. Propuso una idea de dominar el partido con la pelota desde la línea de tres. Son entrenadores diferentes y piden cosas distintas y puede ser que, por la plantilla que tenemos, nos sintamos más a gusto”, expresó el mediocentro de Sárdoma. La victoria permite al Celta disponer de cinco puntos sobre la zona de descenso y situarse a uno de su rival de ayer. “Quedan nueve jornadas por delante. Nos alivia mucho la victoria y hay que seguir trabajando”, valoró Sotelo sobre el efecto que tiene el triunfo de ayer en el Sevilla en la tabla.
