Marián Mouriño, empresaria de 48 años con don de gentes e ideas firmes

Marián Mouriño asumió ‘de facto’ las riendas del club desde la salida de Antonio Chaves el pasado mes de junio.
photo_camera Marián Mouriño asumió ‘de facto’ las riendas del club desde la salida de Antonio Chaves el pasado mes de junio.

Marián Mouriño Terrazo (Madrid, 25 de mayo de 1975) ya ejerce como primera presidenta de la historia del Celta. Y, a diferencia de su padre, no asume este cargo en la última época de su vida empresarial -Carlos Mouriño lo asumió con 63 años- y como un sueño de la niñez, sino que lo hace en pleno crecimiento profesional -48 años- y como un reto forjado en la madurez desde un amor heredado de su padre.

Nacida en la capital de España de forma circunstancial, criada entre España y México y formada a nivel universitario en Miami, su carrera empresarial ya es larga y ligada, en su mayoría, al grupo GES fundado por su padre. En el Celta ejerció de directora de marketing entre 2005 y 2009, cuando ya era consejera y CEO en España del grupo y ya había fundado, por ejemplo, La Tagliatella Galicia. Se fue a México para crecer en experiencia con cargos de relevancia empresarial -fundadora de La Gas, consejera regional de BBVA- y social -presidenta de la Fundación Juan Camilo Mouriño, en recuerdo de su hermano fallecido-. 

Regresó a Vigo en 2019 y asumió el control del grupo corporativo GES en diciembre de 2021. Mientras, en el Celta estaba en el día a día hasta asumir como directora de Galicia Sport 360. Y ganó peso en el mundo empresarial vigués desde su cargo de miembro de la junta directiva del Círculo de Empresarios.

Forma de ser

Con mucha más capacidad y habilidad comunicativa que su padre, ha apostado por acercar el club a la sociedad en la que nació y a devolverle la galleguidad que había perdido en los últimos años. En el cara a cara, es afable y sabe ganarse al interlocutor, pero mostrándose firme en sus convicciones, aunque algunas no coincidan con las de su progenitor. Y es celtista; mucho.

El aún tímido acercamiento con el Concello de Vigo

No ha habido ningún gesto público definitivo, pero el cambio de gestión en el Celta se quiere aprovechar para recuperar la relación entre el club y el Concello de Vigo. Más en concreto, con el gobierno del alcalde Abel Caballero, personal e institucionalmente enfrentado a Carlos Mouriño.

El elemento de recuperación de unas relaciones normalizadas puede ser la grada de Gol, la única que queda por acometer dentro de la reforma integral de Balaídos. De hecho, las dos partes están en comunicación epistolar con el proyecto, que el Concello sí ha remitido al club y no a la Deputación de Pontevedra, por ejemplo.

Sea como sea, la distancia era mucha y el enfrentamiento muy rudo, por lo que no será sencillo el acercamiento. Además, el proyecto del club en Mos tiene el apoyo decidido de la Xunta de Galicia y, hasta ahora, la férrea oposición del Concello de Vigo.

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