El empate del Elche en Getafe fue la única buena noticia que tuvo ayer el Celta. Porque su derrota en San Mamés, unida a las victorias de Cádiz y Almería, ajusta la zona baja de la clasificación, con seis equipos metidos en seis puntos a la espera de que todavía hoy se complete la jornada. De momento, el conjunto vigués tiene dos certezas: que pierde, al menos, una plaza -ya es décimo cuarto- y que tendrá cuatro puntos de margen con el descenso a falta de tres jornadas.
El Almería, que goleó al Mallorca (3-0), es el rival que ha apeado a los celestes de su décimo tercer puesto, aunque ambos están empatados a 39 puntos. Justo por detrás está ya el Cádiz -rival del Celta el próximo fin de semana- con 38. 37 tiene el Valencia, que hoy recibe al Real Madrid. Y haciendo bisagra ya con el descenso están Getafe y Valladolid con 35, los madrileños fuera y los pucelanos en el pozo. Por último, el Espanyol, con 31, apura sus opciones este mediodía en el campo del Rayo Vallecano.
El Celta esperará, una semana más, que el resto de marcadores alivien su triste devenir de cuatro derrotas consecutivas, una racha que no se daba desde octubre y noviembre de 2019, con Óscar García Junyent en el banquillo. El signo más expresivo del pésimo momento es la velocidad con la que el equipo vigués está encajando los goles, pues en ese póker de tropiezos recibió el primer tanto antes del minuto 8: en el 2 ante el Villarreal, en el 3 contra el Getafe, en el 8 ante el Valencia y ayer en el 4 en San Mamés. No en vano, el céltico es el equipo de la Liga que más goles recibe en el primer cuarto de hora con 12.
