Jugadores del Celta de ayer y hoy

Iago Aspas pelea contra una dolorosa y limitante lumbalgia.
photo_camera Iago Aspas pelea contra una dolorosa y limitante lumbalgia.
El Centenario del Celta recuerda a los jugadores más destacados de la historia del club

Iago Aspas, 2007-2013/2015-actualidad

Rayo que no cesa. Principio y fin de todas las cosas dentro de su amado terreno de juego. Amor infinito por el fútbol. La pasión del mayor aficionado domada con los años para convertirla en un arma a su favor como profesional. Más goles que nadie con la cruz de Santiago en el pecho. Si quisiera, sería el mejor defensa, igual que es el mejor centrocampista cuando toca, o el mejor jugador de banda cuando se tercia. Es bueno creando, es un fenómeno asistiendo y es un fuera de serie marcando. Seda fuera del área, bomba nuclear dentro de ella. Hace tanto que lo entendió todo del fútbol que dejó de esperar a que el fútbol lo entendiera a él. Un delantero de Champions para un Celta de Primera. En 100 años, el más grande entre los grandes. Un monarca distinto porque mejora todo lo que toca. El rey sol. Que nunca anochezca.

Alexander Mostovoi, 1996-2004

Un tramoyista que estaba de paso, se convirtió en un mago perenne en el corazón del celtismo. Hacía posible lo imposible. El inventor del fútbol de salón. Su encantamiento es inmortal para quien lo vio jugar. En su tiempo o en los benditos vídeos que salvaguardan su magia para las generaciones venideras. Clase mundial con camiseta celeste. Carácter indómito, que tantas cosas buenas dio en Vigo. También más de una mala. Porque cuando se elige una forma de ganar, también se elige una forma de perder. Pese a todo, Zar por los siglos de los siglos.

Manuel Fernández ‘Pahíño’, 1943-1948

El año que nació él, puede que no nacieran todas las flores. Pero sí la más bonita. La que tiene el color del cielo. Era Di Stéfano antes de Di Stéfano. Era el fútbol total 30 años antes de que los Países Bajos lo mercantilizaran. Desde Navia con balón. Y con gol. Se le caían de los bolsillos. Una superestrella que habría llegado donde quisiera. Pero al fascismo no le gusta el talento al servicio de la libertad. Ni de la cultura. Ni del pensamiento libre. Su recuerdo es imborrable en el campo de su barrio. Y más que debería serlo en toda su ciudad. Sempre Pahíño.

Vladimir Gudelj, 1991-1997

De lo prosaico también pue - de nacer la poesía. Cuando nació y creció en la antigua yugoslavia, él no sabía que más vigués que el olivo. En ambos casos, su belleza na - ce de otros conceptos. Porque la maquinaria pesada tam - bién es hermosa, pocas cosas hay más bonitas que entre - gar todo lo que llevas den - tro, ni más emotivas que la constancia de nunca rendirse. 100% clase trabajadora. Hay muchas clases de talento y Vlado era un genio del esfuerzo. El gol no era su festejo, era su sustento vital. Marcar para huir de la guerra. Anotar pa - ra sobrevivir. Perforar redes para seguir adelante. Sonrisa pacifista fuera del área, des - trucción impía dentro de ella. Carisma como para llenar un castillo. El ídolo de una gene - ración. Un amor correspondi - do, que le ha convertido en vigués para siempre. El cel - tismo delegado en él.

Manuel Hermida ‘Hermidita', 1944-1956

No fue el primer 'killer' de la historia del Celta, pero hizo historia en la máxima cate - goría. Y no lo tenía fácil. Re - cogió el testigo de un mons - truo como Pahíño, con el que compartió equipo en sus co - mienzos y fue capaz de aguan - tar la comparación. Jugó más años e hizo más dianas. El más eléctrico de la delantera eléctrica. Mediapunta en el campo, goleador del corazón. Y de carne. Su pierna derecha es - condía un cañón. Así devoró récords. Cinco goles en un partido -récord-, cuatro goles en la mayor victoria del Celta en Primera (10-1). Durante déca - das, su nombre fue una dei - dad, siempre en lo alto de la tabla de goleadores celestes en la máxima categoría. Pero en el festín de los monstruos, siempre llega uno mayor. En este caso de Moaña, para co - mérselo todo. Eso sí, por el ca - mino que desbrozaron sus an - cestros de la misma especie.

 

Te puede interesar