El discurso lleva siendo el mismo semanas, aunque cada vez se da con voz más aguda. El Celta persigue sellar la permanencia sin entrar en pánico, como dice su entrenador, Carlos Carvalhal. Y, a falta de cuatro jornadas, rinde visita a un Athletic Club que tampoco disfruta de una dinámica positiva en esta recta final de temporada pero que pelea por metas más alegres como una plaza para la Liga Conferencia, toda vez que las de la Liga Europa se han encarecido.
Tres derrotas consecutivas, cinco en los seis últimos partidos, generan, como poco, dudas. La cuestión es cargar con ellas y lograr la suficiente agilidad mental y futbolística como para ir rascando algún punto que dé por cerrada otra temporada que se hace demasiado larga. Tal vez no sea San Mamés el escenario más sencillo, sobre el papel, pero el bloque bilbaíno está fallando mucho ante su público y también debe lidiar con esa presión.
El equipo vigués llega con una baja que es socavón, incluso sima. Iago Aspas no entró en la convocatoria a la espera de que el dolor lumbar que padece remita lo suficiente para echar una última mano al equipo esta temporada. Esas molestias físicas mermaron al moañés en las últimas semanas y, cuando él no brilla, el Celta se marchita. Esta ausencia, a la que se une la de Renato Tapia por sanción, invita a recomponer el equipo desde la base, contando además con el retorno tras sanción de Joseph Aidoo y Javi Galán. Lo que abre la posibilidad de ganar en consistencia, esa cualidad perdida, con una defensa de cinco componentes. Como en Getafe pero, se espera, mejor.
Si Carlos Carvalhal se decide por situar ese futbolista más en la retaguardia y lanzar a sus jugadores a la carrera hacia la vanguardia con un solo delantero puro, el once inicial se parecerá al formado por Iván Villar en portería; Kevin Vázquez, Hugo Mallo, Joseph Aidoo, Unai Núñez y Javi Galán en defensa; Carles Pérez, Gabri Veiga, Fran Beltrán y Luca de la Torre en el centro del campo; y Jorgen Strand Larsen arriba para intentar ejercer de pivote sobre el que edificar la segunda oleada. Óscar Mingueza, de tener fuelle, podría entrar atrás en el lugar de Kevin o de Mallo; Óscar Rodríguez, con buenos minutos ante el Valencia, tal vez disponga de su última oportunidad; y Haris Seferovic, en buena condición física según aseguró el técnico, pugna por que su capacidad de desmarque desbanque a Larsen.
Enfrente, un Athletic que tiene importantes ausencias en el centro de su defensa, al seguir de baja Iñigo Martínez y Yeray Álvarez. Jugarán los canteranos Vivian y Paredes, que medirán sus prestaciones con el central céltico Unai Núñez, cedido por el Athletic y que jugará en el recinto bilbaíno por primera vez como visitante.
