Iago Aspas es un sistema

El Celta rascó un punto merecido en Donostia basado en un cambio táctico de Rafa Benítez

El fuera de serie morracense se exhibió jugando como delantero centro, su mejor posición.
El fuera de serie morracense se exhibió jugando como delantero centro, su mejor posición.

El Celta rascó un punto merecido en Donostia basado en un cambio táctico de Rafa Benítez -que pasó a cerrar con cinco- y, en base a él, a un buen manejo de los tiempos del partido para acabar con un vigor físico y un superior al de la Real Sociedad. Y a Iago Aspas, claro, un futbolista que es un sistema de juego colectivo por sí mismo. Gran segunda parte.

La manta estrecha

Es habitual comparar el fútbol con una manta corta, de las que no tapan los pies si tapas la cabeza y viceversa. En el caso de los primeros minutos del Celta ayer en Anoeta, la prenda fue estrecha. Sabedor de los problemas que la Real podía generar entre líneas con Brais, Benítez acumuló gente por dentro. Se percibía en que los jugadores de banda cerraban de forma exagerada. De esta forma, desactivó al equipo local en el carril central. Pero, ante los problemas, soluciones. Barrenetxea y Kubo se abrieron hasta la cal y Zubimendi empezó a servirlos. Y para un jugador tan diferencial como el japonés, ese par de segundos que tarda en llegar la basculación es una ventaja grande. Muy grande. Así, regateó a Manu Sánchez y metió un centro con la derecha que remató el extremo del lado contrario. Mingueza había venido a cerrar casi hasta el punto de penalti.

Cambio de posicionamento

Tras el gol y la pausa de hidratación, Benítez cambió el esquema a un 1-5-4-1. Beltrán entre centrales y Larsen en la derecha, con De la Torre cerca de Sotelo. La receta sirvió para sufragar el peligro constante de la Real -aunque Brais estampó un balón en el palo-, pero anuló la capacidad de transición del Celta. Tras el descanso, Aidoo entró por el mediocentro vigués. Esto, sumado a los ajustes del técnico madrileño, permitió ver un conjunto céltico más sólido y con colmillo en la contra.

La zona Aspas

Dudar de Iago Aspas es, como mínimo, arriesgado. Que si la espalda, que si los años, que si la posición… Ayer quedó claro que, si está bien físicamente y, además, juega cerca del área rival, es el mejor futbolista del Celta a años luz del resto. Su segunda mitad como delantero centro fue un espectáculo. Sensacional. Soluciones perennes a los compañeros a partir de su movilidad, su entendimiento del juego y su talento. Es un fuera de serie.

Los tiempos y el arreón

Podía salir mal, pero salió bien. El Celta supo sufrir en la primera parte para ir creciendo en la segunda. De hecho, terminó a un nivel físico muy superior al de la Real Sociedad. Esa medición de los tiempos del partido por parte de Benítez y sus futbolistas acabó con el premio de un punto. Merecido, a tenor de las ocasiones generadas en un tramo final de empuje y ritmo a partir de la solidez defensiva de los tres centrales. Cierto es, no obstante, que el nivel de la Real se desplomó. Pero ese tema es negociado de alguna página como ésta en Donostia.

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