Jonathan Bamba jugó ayer sus primeros 45 minutos con la camiseta celeste contra el Benfica. El internacional marfileño dejó destellos de la calidad que atesora y, sobre todo, del perfil de jugador colectivo y asociativo que es. No obstante, se notó que necesita acumular entrenamientos para poder desempeñarse con mayor regularidad. Todo desde la izquierda, en un engranaje colectivo de Benítez que volvió a rendir culto al 1-4-4-2, al bloque medio y al equilibrio entre defensa y ataque.
Debut tras el descanso
Rafa Benítez apostó de salida por el mismo once que empleó contra el Al Nassr. Solo un cambio: Strand Larsen por Paciencia, de baja con unas molestias -tampoco participó Miguel Rodríguez, por el mismo motivo-. El técnico madrileño no relevó a los once tras el descanso como el pasado lunes. Esta vez hizo cinco sustituciones y una de ellas fue Jonathan Bamba. El francés partió desde la banda izquierda, pero con movilidad por todo el frente de ataque.
Buen entendedor
A Bamba le quedan unos cuantos kilómetros para dar un rendimiento continuo, pero ayer dejó claro el tipo de futbolista que ha firmado el Celta. Asociativo, participativo, solidario. Pero, sobre todo, con un entendimiento del juego superior. El ex del Lille jugó con sencillez, en dos toques y ofreciendo soluciones. Además, demostró una gran activación defensiva. Es un jugador completo, salvo por la falta de ritmo. Eso se coge.
Sociedades y posiciones
Sólo fueron 45 minutos, pero Jonathan Bamba y Sergio Carreira crearon una sociedad de lo más interesante sobre el césped del estadio de Faro. El galo y el vigués se buscaron y se encontraron en muchas ocasiones, con varias paredes y asociaciones que trajeron situaciones de peligro para el Celta. Luego, con la entrada de Hugo Álvarez, el internacional marfileño pasó a jugar arriba. Un cambio de posición pero no de estilo porque continuó jugando en dos toques y dejando sensaciones positivas.
El 1-4-4-2 no se toca
Benítez volvió a demostrar ayer que, al menos de momento, el 1-4-4-2 va a ser su esquema de referencia. El técnico madrileño no ha movido este dibujo en los 180 minutos disputados en la pretemporada. Ya sea en la primera parte, con jugadores muy equilibrados y amoldados a cada puesto -Beltrán y Sotelo mezclando en el medio y Aspas y Strand Larsen arriba-, o en la segunda, cuyas características individuales -vease Swedberg o Baeza- quizás pedían alguna variación, aunque fuese en las alturas. Pero ya dice siempre Marcelino García Toral -admirador confeso de Benítez- que es el esquema que mejor permite encajar a futbolistas de distintas cualidades y en ello está trabajando el entrenador del Celta. Bloque medio y verticalidad. Ya habrá tiempo para más.
