Despegue del Celta en la Liga con Aspas y Benítez de faros

Como un payaso en un entierro, como un velo negro en una boda, como un poco de tofu en una parrillada. El fútbol en la primera quincena de agosto, con medio país de vacaciones, continúa siendo un hecho descontextualizado, pero hecho realidad por los apuros del calendario. Ya pasó con los ejemplos anteriormente mencionados y va camino de ser como el Carnaval de Verano de Redondela: chocante, fuera de fecha y famoso.

La cifra de entradas vendidas para el Celta-Osasuna de esta tarde (17:00) muestra que los aficionados al fútbol no entienden de puente de agosto, de comilona veraniega con la familia, ni de siesta bajo un árbol de Samil. Quieren fútbol, su pasión, y tendrán un comienzo liguero bueno, de los que gustan porque es un partido clásico de Primera, de rivalidad bien entendida, de posibilidad de victoria local y de volver a ver a los amigos de la peña. Siempre se echa de menos hablar con ellos. Alabar y criticar los fichajes, ensalzar a Iago Aspas y comentar la llegada de Rafa Benítez, un entrenador de campanillas. Sin duda, un acierto, hasta que lo contradigan los resultados. Si lo hacen.

La evaluación comenzará en un enfrentamiento en el que se miden dos proyectos. El de Osasuna, consolidado y en sus mejores días porque jugará en Europa. El del Celta es nuevo, en la forma y en el fondo. Cambian las caras con las llegadas de Manu Sánchez y Jo Bamba, probables titulares en la izquierda y, también, se modifica la estructura porque, salvo sorpresa inmensa, se verá un equipo de contención y contragolpe con doble pivote, formado por Fran Beltrán y Tapia y dos delanteros, Iago Aspas y Larsen. Se tiene esperanzas en que el moañés vuelva a ser el de siempre y se espera que el noruego añada, a todo su fútbol, mordiente de cara al gol. La pretemporada invita a ello. Pero ya saben que el verano conlleva espejismos, amores que terminan en otoño y otros hechos que no se mantienen a lo largo del año.

El mediocentro Carlos Dotor y el recién llegado central Carl Starfelt apuntan a la suplencia y en el campo estará Carles Pérez, un fichaje, pero conocido. Ahora en propiedad y antes como cedido. Como también son en propiedad los abonos de Marcador, grada estrenada en la salvación agónica ante el Barcelona y ahora con los asientos adjudicados.

Elementos de esta tarde el Balaídos, en la que el Celta juega ante un equipo difícil, duro, complicado, correoso, conjuntado… Busquen calificativos buenos para describir a Osasuna. Todos se puede aplicar menos lo de rico, porque es un club que, sin grandes recursos, hizo las cosas bien y dispone de talento y orden. Inicio fuerte para el nuevo Celta de Benítez. Aunque es agosto, nada es definitivo.