El Concello de Vigo recordó ayer que sigue a la espera de que la Diputación de Pontevedra firme el convenio y asuma su parte de la financiación de la nueva grada de Gol, en el estadio de Balaídos, un proyecto aprobado ya el pasado día 4 por la Junta de Gobierno del Consistorio vigués.
El proyecto, con un presupuesto de 25,6 millones de euros, tiene un plazo de ejecución estimado de 23 meses, tiempo durante el cual el Celta no podrá utilizar ese graderío, por lo que tendrá reubicar a los abonados que tienen el asiento en esa zona, como hizo anteriormente con la reforma de las otras gradas. Además, el club celeste deberá trasladar la oficina de abonados, las oficinas de la propia entidad y el museo, que se encuentran en los bajos de la actual Gol y se irán probablemente a Marcador.
En un comunicado hecho público ayer, el Concello apuntó que “segue á espera de que a Deputación de Pontevedra asine o convenio e asuma a súa parte de financiamento. Non obstante, a construcción da grada xa arrancou coa aprobación do proxecto e coa licitación da obra, agora en marcha”.
“O goberno local pactou co Celta de Vigo o devandito proxecto e as cuestións técnicas foron acordadas co clube celeste; tanto é así que no documento incluíronse todas as melloras técnicas propostas pola entidade deportiva”, añadió el gobierno local, que reclamó la firma de la Diputación.