“Nuestro objetivo es acortar la distancia que hay entre Primera Federación y Primera División”, señala el entrenador del Celta Fortuna
Claudio Giráldez lanzó ayer varios mensajes desde la sala de prensa de Barreiro alrededor del “aura de presión” que rodea al Celta Fortuna. “No le corresponde a un filial”, insistió. “No somos un primer equipo, no estamos aquí para ser campeones de invierno ni para ser segundos o terceros”, declaró el porriñés, que insistió mucho en una frase: “Nuestro objetivo es acortar la distancia que hay entre Primera Federación y Primera División y mantener la categoría para estar como mínimo en este nivel".
En una extensa alocución, el técnico reivindicó “la adaptación” de su equipo “al campo que toque”, al horario -"me parece malísimo el de las 15:45", acotó- y a “prioridades distintas” a las del resto de equipos.
Giráldez sacó a colación las limitaciones de las fichas. “Me gustaría traer media docena del Juvenil y del Gran Peña, pero solo pueden jugar tres”, explicó. También desveló que el cambio de Javi Rodríguez por Hugo Álvarez al descanso estaba pactado: “Había un acuerdo para que jugasen 45 minutos cada uno. Lo aclaro porque sino quedo de tonto: Javi estaba siendo el mejor”.
Por último, cargó contra el concepto erróneo que puede haber sobre el filial. “Los jugadores tienen presión porque piensan que van a ganar en el minuto 5, porque si no llegan a Primera mañana, los agentes y sus familias les aprietan. El entorno y gente dentro del club está confundida de lo que tiene que ser el Celta B", remarcó.
