El Celta renueva a Giráldez como entrenador por un año

Claudio Giráldez renueva como entrenador del Celta. // Jorge Santomé
photo_camera Claudio Giráldez renueva como entrenador del Celta. // Jorge Santomé

“Quiero estar aquí el mayor tiempo que pueda; lo siento como mi casa desde el primer día”, señala el renovado técnico celeste

Los actos del Celta, incluso las ruedas de prensa, tienen ahora mismo un halo de ilusión. Un sabor familiar y juvenil no alejado de la profesionalidad pero que se desea duradero aunque se tema temporal. Ayer tocaba presentar la renovación de Claudio Giráldez como entrenador del primer equipo celeste por una temporada más, es decir, hasta junio de 2025. Se sostiene que es la apuesta se salve o no se salve el equipo y se siente sinceridad en la intención, más allá de lo que el futuro cercano pueda estropear. Lo dicho, deseo duradero, temor de que sea temporal.

De entrada, una aclaración pertinente: la duración del nuevo contrato, por sólo un curso, es diseño del club, en concreto, de su director deportivo, Marco Garcés. Y lo dijo con todas las letras, asumiendo: “Es una manera que yo tengo de trabajar: arreglar por un año. Corro el riesgo de que Claudio se me encarezca mucho pero será un problema feliz. Espero en un par de meses sentarme a platicar con su representante, que hablo más con él que con mi esposa”, bromeó sobre el convencimiento de que habrá más renovaciones. Y esa apuesta cortoplacista en lo contractual es aceptada por el protagonista: “Es su manera de trabajar, yo también creo en ella. Las cosas tienen que ganarse con el trabajo en el día a día y centrarnos mucho en el presente construyendo cosas hacia futuro pero con la idea de que vamos a ir de la mano. No va a haber ningún problema en que las dos partes podamos estar el mayor tiempo posible juntos”.

 

 

La posibilidad cierta de un descenso se asume pero no se explicita. Por eso, la respuesta a si un entrenador que no logra salvar a un equipo puede seguir al frente de éste es tan contundente como evasiva: “Es Claudio para la siguiente temporada en Primera”, dijo Garcés; “lo contestó muy bien, la verdad”, corroboró el entrenador. Porque lo urgente es trascendental, queda en suspenso pormenorizar un proyecto de Claudio Giráldez desde la pretemporada con la herencia de la actual primera plantilla. “Es difícil ponernos a hablar de la temporada que viene con lo que tenemos entre manos. De momento sería poco inteligente centrarnos en lo que no tenga que ver con la inmediatez”, valora el porriñés. “Te sientas a platicar para planificar la pretemporada, la plantilla, lo que sea y siempre la conversación termina en prioricemos estos siete partidos”, corrobora el mexicano. Todo en presencia de la presidenta, Marián Mouriño, y de la práctica totalidad de los compañeros de Claudio en el cuerpo técnico, aunque con una baja por enfermedad leve. 

 

 

El ‘cómo se hizo’

Cuando un acuerdo se ha cerrado, la gestación siempre parece liviana. “Nunca ha sido la prioridad o un problema o un quebradero de cabeza la prolongación del contrato. Llevo nueve años aquí y siempre he ido día a día. Nos centramos mucho en el presente”, explica Claudio. E incide en que “ha sido sencillo llegar a un acuerdo porque las dos partes queríamos lo mismo. Ha sido muy rápido y muy natural hablarlo porque son nueve años aquí y quiero estar todo el tiempo que pueda mientras sea útil y pueda aportar al club. Tengo mucho convencimiento de que va a ir bien”.

Por último, el renovado entrenador dio su respaldo al organigrama deportivo presentado el miércoles por Garcés. Y se ofreció a colaborar en todo:  “No creo en un departamento estanco del primer equipo respecto al resto del club. No trabajo así. Espero poder colaborar en todas las decisiones que la dirección deportiva y la gerencia del club me permita”.

“Es bueno para mí y para el Celta”

Jornada feliz en lo personal para Claudio Giráldez, sin duda. Y con lógica. “Quiero agradecer la confianza. Desde el primer minuto en el club, lo he sentido como mi casa. Me he sentido muy cómodo, como aficionado desde pequeño y hoy en día como trabajador. Es un día muy feliz, muy importante en mi vida. Los que llegamos hasta Primera División sabemos todo lo que cuesta, todo lo que nos ha costado. Hemos estado en todas las divisiones prácticamente” rememoró. Justo antes de reiterar su fe en una unión fructífera: “Tengo el convencimiento de que todo va a ir muy bien. Seguro que es bueno para mí y para el Celta”.

El protagonista no pone un pero al momento de la firma. “Aprovechamos el parón de la semana después del Rayo para poder hablar con más detenimiento. Llevamos mucho tiempo hablando y siempre ha habido posturas muy cercanas”, afirmó. Y agradeció también el apoyo de los futbolistas: “Estar en un sitio que te quieren todas las partes, en especial los jugadores que son los protagonistas de este deporte, es muy bonito. Es de agradecer, es de gente humilde y honrada”.  Claudio recuerda sus raíces como método para volar. “Somos muy conscientes de dónde venimos y de que, con nuestra edad poder llegar a Primera es complicado. Pero eso no genera un sentimiento de responsabilidad superior al que nosotros mismos nos marcamos”, aseveró.

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