Tras disfrutar de dos días de descanso por el segundo parón liguero consecutivo, en esta ocasión motivado por la final de la Copa del Rey, el Celta volvió ayer al trabajo en la ciudad deportiva de Mos para empezar a preparar el partido del próximo viernes contra el Betis y lo hizo con dos refuerzos respecto a la semana pasada.
Carlos Dotor y Williot Swedberg entrenaron con el grupo tras superar sus distintas dolencias y apuntan a entrar en la convocatoria para el encuentro que se disputará en el Benito Villamarín, un alivio para una enfermería en la que continúan Luca de la Torre y Mihailo Ristic, que completaron la sesión de ayer en solitario, lo mismo que el lesionado de larga duración Joseph Aidoo.
También Kevin Vázquez se ejercitó con normalidad tras las molestias que sufrió hace unos días, pero lo más destacado fue el regreso de Dotor y Ristic, que llevaban ya un tiempo fuera de la dinámica del grupo.
El centrocampista madrileño pasó por el quirófano hace dos meses para solucionar sus problemas en el pubis y desde entonces ha afrontado una rehabilitación en solitario que terminó ayer. Ahora, necesitará un proceso para recuperar también el ritmo de competición, pero se encuentra en la recta final para volver a los terrenos de juego.
Lo mismo sucede con Williot Swedberg, que llevaba un mes y medio trabajando también al margen de sus compañeros debido a un traumatismo-esguince en el tobillo derecho que se prolongó más de lo previsto en un principio.
El internacional sub-21 sueco, autor precisamente del gol que dio la victoria al Celta en el último encuentro con el Betis, esta misma temporada en Balaídos, tiene muchas posibilidades de entrar en la lista para el choque de este viernes.
De esta manera, Claudio Giráldez estará ahora pendiente de la evolución de Luca de la Torre y Mihailo Ristic. El futbolista estadounidense estaba siendo titular con Rafa Benítez y, en su primera convocatoria, ante el Sevilla, Giráldez no pudo contar con él al ser baja de última hora por una lesión en el recto anterior del muslo derecho. Desde entonces, no ha vuelto a trabajar con el grupo.
Ristic, por su parte, se produjo una rotura fibrilar en el bíceps femoral izquierdo a mediados de febrero y se ha ejercitado en solitario desde entonces.
Damián, con el primer equipo
La apuesta de Claudio Giráldez por la cantera ha sido una de sus señas de identidad desde que tomó las riendas del primer equipo y el técnico porriñés sigue dando confianza a jugadores que fueron importantes para él cuando dirigía al Celta B.
Uno de ellos es Damián Rodríguez, que ayer volvió a entrenar con la primera plantilla en la ciudad deportiva de Mos, después de jugar los noventa minutos en el partido que el filial disputó el pasado sábado en Balaídos contra el Osasuna Promesas en Balaídos (4-1). Giráldez confía en la capacidad organizativa del ponteareano en el centro del campo y ya lo hizo debutar en su primer partido como entrenador de la máxima categoría, ante el Sevilla. En aquel encuentro, entró en el campo en el minuto 76 y el Celta marcó sólo dos después el gol de la victoria por medio de Larsen. Después, los celestes mantuvieron la posesión para llevarse los tres puntos sin pasar apuros y las cualidades de Damián para esconder el balón resultaron muy productivas.
Hace apenas un año, el de Ponteareas jugaba en el Celta C Gran Peña y ahora entra en la dinámica del primer equipo, además de ser indiscutible en el filial.
Giráldez podría darle más minutos en Primera División antes de que termine la temporada, como está haciendo con Hugo Álvarez, que no ha vuelto al Celta Fortuna desde la llegada del porriñés.
