Iago Aspas no se acaba en un solo aspecto del juego. La trascendencia del capitán en el Celta va mucho más allá de sus goles, ese pero que acechó su impoluta imagen durante buena parte de la temporada y que ahora ya no quema. En la recta final de temporada, con Claudio Giráldez al frente, ha asumido más poder en el terreno de juego a la hora de elegir dónde posicionarse. Ante el Villarreal el pasado domingo, bien es cierto que en un partido mediatizado por la expulsión sufrida por los castellonenses al cuarto de hora, dio 70 toques y 11 de ellos fueron en la mitad de campo celeste. No es una cifra muy elevada, se dirá, pero se acerca mucho a los 13 que dio en el área o cerca del área rival. El deambular creativo del moañés se mezcla con su capacidad para marcar los ritmos.
En cuestión de goles, los ocho anotados lo mantienen todavía lejos de la alta alcurnia liguera. Pero sí que pisa tales alfombras cuando se habla de asistencias de gol, ya que sólo hay dos futbolistas que superen las nueve que ya atesora. Se trata de Álex Baena, que lleva 12 por las tres dadas hace dos jornadas ante el Rayo, y de Nico Williams, que acumula 10 con las dos regaladas esta última jornada a su hermano Iñaki contra el Getafe.
Sin embargo, ninguno de los dos mentados llega a la producción realizadora de Aspas. Entre los expertos en pases de gol el único de toda la Liga que lo iguala es el atacante del Girona Savio, que calca los mismo números que el capitán céltico. Con todo, está muy cerca el barcelonista Robert Lewandowski, que ‘sólo’ lleva ocho asistencias pero que ha marcado nada menos que 17 goles. Alta alcurnia, la de Iago.
