El Celta se reencontró el pasado domingo ante el Rayo Vallecano con dos males que sufrió a principio de temporada y que parecía haber dejado atrás. Por un lado, la polémica arbitral, con decisiones de Hernández Hernández (el penalti no señalado a Iago Aspas y el gol no concedido a Jailson Marques por una falta previa de Carlos Domínguez) que retrotrayeron a aquellos convulsos meses de octubre y noviembre; por otro, los balones a la madera, acumulando hasta dos en el duelo con los vallecanos, uno de Jorgen Strand Larsen y otro de Carles Pérez.
El cabezazo de Larsen al palo, tras un gran centro del canterano Hugo Álvarez, sitúa al noruego como el segundo jugador de la Liga que más veces ha tropezado en la madera, con cuatro. Sólo lo supera Iñaki Williams con una más, aunque el ariete vasco también presente un promedio de lanzamiento más elevado que el céltico: 2,8 y 2,2.
En lo colectivo, el Celta aparece en la sexta plaza entre los equipos de la Liga con 11 palos, por detrás de Athletic y Barcelona (16), de Real Madrid y Sevilla (15) y de la Real Sociedad (14). Todos ellos tienen una media de disparos más alta que el bloque celeste salvo el equipo bilbaíno.
En cuanto a la actuación arbitral, el Celta aboga por dejarla ayer. Como dijo el técnico, Claudio Giráldez, reservarse la opinión y no entrar en guerras en la recta final de la temporada.
