No es volver a empezar. Porque, aunque haya habido cambios de entidad que provocarán otros, la situación es la misma en cuento a clasificación y continúan quedando diez jornadas para intentar salvar la temporada con la permanencia. Pero el Celta de Claudio Giráldez se pone en marcha con esa ilusión de lo todavía no probado, con el convencimiento desde un discurso que deberá encontrar plasmación sobre el campo. Y no ante cualquier rival, sino ante el cuarto equipo por potencial económico de la Liga, el Sevilla. Por otro lado, un rival directo en la pelea por la zona baja, que esta jornada se afronta con cierta tranquilidad tras la derrota del Cádiz el viernes, lo que impedirá la caída celeste a las plazas de descenso suceda lo que suceda hoy.
En su primera previa en Primera División, Giráldez no ha querido desvelar más de lo necesario. Con lo que el intento de previsión de sus movimientos se basa en lo que ha venido mostrando el equipo a lo largo de la temporada, lo que ha hecho el nuevo técnico en el filial y lo que confrontará el Sevilla. De este pastiche, se atisba una defensa de tres centrales, aunque con actitud bien distinta en cuanto a posicionamiento. Es decir, con la intención de adelantar líneas y de que los carrileros sean carrileros y no laterales.
En cuanto a la elección de jugadores, de nuevo una deducción en torno al deseo declarado del nuevo inquilino del banquillo de crear juego desde el balón. Por lo tanto, necesita hilar futbolistas de buen pie en todas las líneas para que se abran caminos.
Con estar premisas, el equipo inicial elegido no debería distar mucho del formado por Vicente Guaita, que seguiría ganando el pulso a Iván Villar, en portería. En los tres centrales, la experiencia de Carlos Domínguez con Giráldez en el filial y su velocidad parecen empujarlo a la titularidad, junto a Carl Starfelt o Unai Núñez. Porque a la otra plaza apunta el polifacético Óscar Mingueza para ser el primer eslabón en esa salida de balón.
En el centro del campo, las bajas de Renato Tapia y Luca de la Torre reducen opciones. Pero hay piezas más que suficientes. El buen momento de Fran Beltrán lo señala para estar acompañado de Hugo Sotelo o Damián Rodríguez -el siguiente eslabón-, mientras por las bandas se mueven, con vocación ofensiva, Javier Manquillo y Manu Rodríguez. Y arriba tendrán que casar Jonathan Bamba, Jorgen Strand Larsen y el capitán, Iago Aspas.
Por su parte, el Sevilla está en su mejor momento de la temporada, con sólo una derrota en las últimas seis jornadas. Quique Sánchez Flores recupera a Joan Jordán y Juanlu y pierde a Badé. En el 5-3-2, la calidad individual ha encontrado marco. Y ojo con el enorme poderío en el juego aéreo a balón parado.
