Claudio Giráldez se estrena con todo lo posible bajo control, con una idea clara y queriendo aprovechar la ola en el entorno de su llegada al cargo. Sin despreciar el pasado, mirar al futuro. Aunque la clasificación apure. “Aprovechar las cosas que se hacían bien y darle un poco nuestra identidad. Cómo lo vemos y lo sentimos nosotros. Evidentemente, son cuatro entrenamientos y es imposible cambiar todo lo que queremos. Pero se hacían muchas cosas bien que hay que aprovechar y dar nuestra identidad, sobre todo en cuanto a ser un poco más agresivos y ambiciosos en la presión, más altos, e intentar dominar desde el balón”, sostuvo.
El progreso debe ser sostenido. “Debemos tener la tranquilidad de ir cambiando poco a poco lo que vamos viendo. Es imposible cambiar de manera de jugar de un día para otro y que las cosas salgan perfecto. Tenemos que ir con calma, pero sí tener los grandes rasgos que le queremos dar al equipo. Creo que los jugadores los han interiorizado bien y ojalá podamos ir dando esos pasos desde el primer día con victorias, que es un poco de lo que se trata en este momento de la temporada”, reconoció. Y sin buscar excusas: “Es poco tiempo pero tenemos que competir. El equipo ha competido muy bien muchos partidos esta temporada, o prácticamente todos, y esa competitividad no se puede perder. No tenemos una fórmula secreta ni somos la Nasa. Lo que proponemos es algo normal, que lo han interiorizado en el grupo, y se trata de repetirlo muchas veces para dar cada vez más detalles”.
Como ya hizo en su presentación, aclaró cuáles son sus prioridades: “Ser capaz de dominar los partidos desde el balón, desde el dominio territorial de ir en avanzado un poquito más altos para poder robar, ser capaces de ser agresivos y valientes, no tener miedo a dejar metros a nuestra espalda y a tener el balón en el pie”. Con ese factor mental como piedra angular. “Con la capacidad que tenemos en la plantilla, que es mucha, sobre todo trabajar la mente. Cambiar un poco ese chip y que seamos capaces de ser positivos y de afrontar los partidos para ganarlos. Sobre todo, que el equipo no tenga miedo. Venimos de una derrota que hace daño y que baja la autoestima. Hemos trabajado mucho la mente, que el jugador esté positivo, alegre. Ha sido una semana alegre y ojalá lo podamos transmitir en el Sánchez Pizjuán”, deseó. E insistió que, en cuento a los futbolistas, tiene una premisa: “Me preocupa mucho conocerlos a nivel personal”.
En cuanto al apartado táctico, no desvela el dibujo pero tampoco le preocupa demasiado. “Con Rafa (Beníez) se trabajaron varios sistemas y el equipo está acostumbrado a cambiar de dibujo. Tiene capacidad e inteligencia para adaptarse a distintas formas de jugar, lo ha demostrado durante la temporada”, analizó. En esta cuestión, sobresale el perfil polifacético de Óscar Mingueza, al que Claudio no quiere limitar: “Tiene capacidad para generar desequilibrios desde el balón, el entendimiento del juego y la conducción. No es un secreto que puede jugar en muchas posiciones: central con tres, carrilero, central con cuatro, por dentro a la altura prácticamente de un mediocentro o de un interior... Vamos a usar esa riqueza que nos da para ser menos previsibles en los partidos. No descartamos ninguna posición para él”.
Positivismo clasificatorio
El nuevo técnico celeste envió un mensaje de tranquilidad sobre la clasificación. “Que los rivales de nuestra zona no sumen es positivo y nos ayuda a estar un poco más tranquilos. Quedan jornadas y todavía es pronto para sentirse con la soga al cuello, como muchas veces se pretende. Veo a la gente tranquila, confiando en lo que estamos planteando”, reseñó. E incidió en que “estamos en una situación no esperada pero buena de momento”.
La intención es aprovechar al máximo el impulso del cambio en el banquillo. “Estamos en disposición de hacer las cosas bien y queremos transmitir esas ganas, ilusión y compromiso. Evidementemente, con la responsabilidad que conlleva el puesto que ocupamos y la situación en la que estamos”, dijo. Y otra responsabilidad no menor: la de que su llegada al primer equipo “es el mérito de toda la cantera”. Además, Claudio fue expresivo a la hora de concretar cómo se siente el novel cuerpo técnico dentro del grupo: “No llegó un agente extraño al vestuario. Se ha visto con naturalidad”.
Por último, el técnico habló del rival de este mediodía, el Sevilla. “Está empezando a tener esa estabilidad que no tuvo al principio, cuando no acababa de ser del todo sólido. Ahora están muy estables, con ese 5-3-2 que les encaja muy bien, con mucha situación de centro-remate por fuera tanto con Navas como con Ocampos, con jugadores muy poderosos en el balón parado como Sergio Ramos y En-Nesyri. Es un equipazo”, resumió.
