El Celta logra su segunda estancia más larga en Primera División

La plantilla del Celta manteó a Hugo Mallo al finalizar el partido. // J.V. Landín
photo_camera La plantilla del Celta manteó a Hugo Mallo al finalizar el partido. // J.V. Landín
El Celta sumó 21 puntos entre enero y marzo, su principal granero de puntos en un curso malo con octubre -cuatro puntos y despido de Coudet- y mayo como meses desastrosos

Viva el invierno. Así se resume la temporada del Celta porque el equipo vigués obtuvo su principal granero de puntos en el curso que terminó ayer con una salvación ajustada en los meses de enero, febrero y marzo. En ese tramo de campaña obtuvo un total de 21 puntos de los 43 con los que finalmente terminó la temporada el equipo céltico. Una cifra escasa, pero suficiente -por un escaso margen- para seguir en Primera División.

En la segunda semana de agosto comenzó la temporada con un empate ante el Espanyol en el campo de Balaídos. Eduardo ‘Chacho’ Coudet estaba en el banquillo de un equipo por hacer tras los cambios del verano y que sumó cuatro puntos en los tres primeros partidos tras perder ante el Real Madrid (1-4) y superar al Girona (0-1).

Con el cierre del mercado se llegó a un septiembre saldado con dos derrotas y un triunfo, que dejaban al equipo vigués en mitad de la tabla. La victoria contra el Betis en Balaídos (1-0) el segundo día de octubre resultó el punto de inflexión en la etapa de Coudet al mando del Celta. Hubo cinco encuentros más ese mes y los vigueses cosecharon un único punto. Llegó en el empate ante el Getafe (1-1). La derrota en Almería cinco días después (3-1) conllevó el cese del técnico y la llegada de Carlos Carvalhal.

El luso se estrenó en Balaídos con una derrota ante Osasuna (1-2) y, todavía antes del parón mundialista, sacó un punto en la visita al Rayo. Sirvió para salir de la zona de descenso, a la que había caído tras el primer encuentro del portugués como técnico.

Pasó el Mundial y, con él, semanas de trabajo para Carvalhal y su equipo, que pudieron transformar al Celta. Lo convirtió en un conjunto más vertical y de menos elaboración que, apoyado en los goles de Gabri Veiga e Iago Aspas, finalizó el año con el empate ante el Sevilla y después sumó 21 puntos en tres meses en los que disputó 13 jornadas. Del riesgo del descenso, se comenzaba a mirar a Europa.

Un espejismo porque un nuevo parón en la liga volvió a cambiar la dinámica. La primavera es desastrosa, con seis puntos en 11 encuentros y uno, ante el Girona, en mayo. Una racha idéntica a la que costó el puesto a Coudet.

Décimo segunda temporada consecutiva en Primera

Con la salvación consumada ayer, el Celta afrontará su décimo segunda temporada consecutiva en Primera División, igualando así la segunda estancia más larga en la élite de toda su historia. Un logro que el club suele resaltar y del que se siente orgulloso.

La racha más prolongada en la máxima categoría del fútbol español fue la fijada por el club vigués entre 1945 y 1959. Fueron catorce temporadas entre los grandes que asentaron al Celta como uno de los clubes de referencia en España. Aunque también es cierto que ese descenso del curso 58/59 dio paso a la racha más larga en Segunda, con nada menos que diez temporadas.

Doce campañas seguidas en Primera estuvo el equipo vigués en el cambio de siglo, concretamente desde 1992 hasta 2004. Fue una época brillante en lo deportivo en la última fase, con media docena de participaciones en competición europea. Esa caída a Segunda fue breve, pues el equipo retornó a Primera el año siguiente.

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