El Celta vuelve al camino de la derrota y cerrará el año en zona de descenso. El equipo vigués desperdició la primera parte ante un Villarreal muy superior y que marcó dos goles, encajó el 3-0 nada más volver de los vestuarios con un penalti injusto y, contra todo pronóstico, reaccionó de la mano de Óscar Mingueza. Douvikas y Larsen redujeron la diferencia a un gol, pero a los celestes les faltó tiempo para empatar, a pesar de los 15 minutos de prolongación que concedió Soto Grado.
Rafa Benítez introdujo tres cambios en la alineación respecto a la que diseñó en la jornada anterior ante el Granada. Douvikas sustituyó al sancionado Iago Aspas y actuó en punta junto a Larsen. Además, Starfelt se recuperó de su enfermedad y regresó al centro de la zaga en detrimento de Carlos Domínguez y el técnico madrileño optó por Luca de la Torre en lugar de Bamba, aunque situó al estadounidense por la derecha para dejar a Cervi en la izquierda.
En el Villarreal, el vigués Santi Comesaña volvió al once y formó en el doble pivote con Parejo, pero Marcelino no pudo contar finalmente con Gerard Moreno.
Antes de cumplirse el minuto 3, el conjunto local ya advirtió de sus intenciones con un remate de Sorloth que Guaita desvió con una exhibición de reflejos.
El ‘submarino amarillo’ monopolizó el balón en los primeros compases del encuentro frente a un Celta timorato que se resguardó en su campo a la espera de algún error del rival para salir a la contra. Pero los de Marcelino estaban inspirados y movían la pelota con una velocidad y precisión que obligaba a los celestes a perseguir sombras.
A los seis minutos, una combinación entre Parejo, Santi Comesaña y Pedraza terminó con un disparo de Sorloth que salió fuera por poco y en el 11, Guaita se volvió a lucer con una doble intervención a remates de Pedraza y Baena, este último al palo.
El gol era cuestión de tiempo y no se hizo esperar. El Villarreal trenzó una jugada desde su propio campo, Parejo cedió a Alberto Moreno y éste a Pedraza, que desde la izquierda soltó un latigazo que, tras tocar el pie de Starfelt, tomó una trayectoria imposible para el portero. El 1-0 pareció despertar al Celta, sobre todo cuando, poco después, el omnipresente Pedraza se lesionó y dejó su puesto a Romero. sin embargo, un remate flojo de Cervi tras un saque de falta de Ristic y un disparo de Tapia desde la frontal del área que se marchó por encima del largueron fue toda la producción ofensiva de los vigueses en la primera parte.
Mientras tanto, el Villarreal seguía a lo suyo y Guaita interveno para sacar un remate de Romero. El portero valenciano ya no pudo hacer nada en el 40, cuando Mandi hizo el 2-0 después de una jugada de estrategia de los locales.
En la prolongación de la primera mitad, Starfelt se lesionó y en el descanso, Benítez decidió un triple cambio para intentar reanimar a su equipo, muy superado hasta ese momento. El central sueco, Ristic y Luca de la Torre fueron sustituidos por Carlos Domínguez, Manu Sánchez y Mingueza, pero antes de el Celta pudiera probar su nueva identidad, recibió un nuevo golpe.
No se había cumplido el primer minuto de la segunta parte cuando Alberto Moreno se introdujo en el área perseguido por Kevin y se fue al suelo. El árbitro Soto Grado decretó un penalti más que dudoso y Parejo ponía el 3-0 en el marcador con un duro disparo ante el que nada pudo hacer Guaita.
El encuentro parecía sentenciado, pero cuando menos se esperaba, reaccionó el Celta. Y lo hizo de la mano de Mingueza. Una falta botada por el canterano del Barça la intentó despejar la defensa local y el balón llegó al segundo palo, donde apareció Douvikas para embocar el primero de los vigueses.
Apenas cinco minutos después, otro ataque del conjunto celeste redujo la diferencia a la mínima expresión porque el remate de Larsen a pase de Manu Sánchez tocó en un defensa y sorprendió a Jorgensen. Del 3-0 se pasó al 3-2 en un abrir y cerrar de ojos y ahí comenzó un nuevo partido.
El Villarreal quiso recuperar el control de la pelota, pero los de Benítez ya no se mostraban tan conservadores y salían con peligro al contragolpe o amenazaban a balón parado. En el 62, Jorgensen detuvo un remate de Larsen a la salida de un córner que podría haber significado el empate.
El encuentro bajó revoluciones en el tramo final, en el que el técnico celeste refrescó el ataque con Bamba y Miguel. Los parones que se produjeron en esa segunda parte los decidió recuperar el árbitro con una prolongación de 15 minutos y en ese tiempo, el Celta se volcó sobre la portería local, mientras el Villarreal trataba de dormir el encuentro con la posesión. A los celestes les faltó tiempo. El que perdieron en la primera parte.
