El Celta Fortuna, el líder de la resistencia

Hugo Álvarez, que ayer jugó como atacante, inauguró el marcador a los nueve minutos con un derechazo.
photo_camera Hugo Álvarez, que ayer jugó como atacante, inauguró el marcador a los nueve minutos con un derechazo.
El Fortuna volvió a ser el reducto de la sonrisa del celtismo con una victoria ante Unionistas

Son tiempos de desgracia para el Celta y el celtismo. Su máximo exponente, el primer equipo, está padeciendo todo tipo de sinsabores en Primera División y sus actuaciones se han convertido en un catálogo de disgustos, por causas propias o ajenas. Pero en medio de la tempestad, hay un junco que se mantiene en pie, flexible frente al viento, impermeable bajo la tormenta. La buena cara en el mal tiempo. El Celta Fortuna volvió a reivindicarse ayer como el reducto de la alegría para el aficionado céltico. La resistencia. Lo hizo con una victoria ante Unionistas en Barreiro que desprendía un aroma a placidez que se tornó en fragancia de inquietud con la rigurosa expulsión de Javi Domínguez en el minuto 69. Una acción que llevó al sufrimiento final sin mayor daño que lamentar que un gol en contra.

 

 

Y aunque no volvió al liderato, el Celta B recuperó algo incluso más importante: su identidad. Porque el accidente de Sestao fue simplemente eso y así lo confirmó el conjunto vigués con unos primorosos 20 minutos iniciales. Apisonadora. Los jóvenes futbolistas de celeste pasaron por encima de la escuadra charra con su fútbol dinámico y móvil, marca de la casa. Con Raúl Blanco orbitando desde el delantero centro, Alfon y Hugo Álvarez se convirtieron en puñales. Especialmente el ourensano, ayer más cerca de la portería por la inclusión de Martín Conde como carrilero. Primero avisó echando fuera un pase milimétrico de Raúl. Después, no perdonó en una acción idéntica, servida en esta ocasión por Miguel Román. Mano a mano, caricia con el interior y a la jaula. 

Luego vinieron más ocasiones. Alfon, Joel, Javi Rodríguez… La única pega para el Fortuna era su falta de la misma en las finalizaciones. Eso permitió a Unionistas crecer en el encuentro. Así, Javi Villar se sacó un envenenado lanzamiento al que respondió Ruly, de nuevo a gran nivel ayer tras erigirse como el más destacado del filial la pasada semana en Sestao. 

El descanso vino bien a los pupilos de Claudio Giráldez. El esfuerzo de los compases iniciales había sido grande y el sofoco parecía pasar factura en el tramo final. Por eso, el vestuario local de Barreiro sirvió para tomar aire, reactivar las piernas y aclarar las ideas. Todo ello a pesar de que Alfon había gozado de una inmejorable situación en el último suspiro del primer acto. 

En el segundo, el Celta B recuperó el vigor y con él, también el dominio. Cuando este equipo juega a su máxima velocidad, está muy por encima del ritmo medio de la categoría. Así desarboló al conjunto salmantino, que no era capaz de igualar las superiorides numéricas pergeñadas por Claudio en la pizarra y plasmadas por sus futbolistas en el tapete, especialmente por el triángulo que formaban Damián, Miguel Román y Raúl Blanco. Brillantes en el entendimiento.

Así, en una de estas acciones de velocidad, Martín Conde tiró de conducción y al llegar al pico del área se animó con el disparo. Latigazo cruzado con la zurda y a la red. Por fin el gol de la tranquilidad se transmutaba en carne.

Pero esa calma no duró demasiado. Ya se sabe que es lo que precede a la tempestad y así se confirmó en el minuto 69. Javi Domínguez fue al suelo en un balón dividido, que tocó antes que el futbolista visitante. En el deslizamiento, el central madrileño derribó al rival. Y aunque recogió las piernas, el árbitro se llevó la mano al bolsillo y le mostró la roja ante las protestas y la incredulidad de los locales. Como mínimo, rigurosa.

Quedaban más de 20 minutos, que fueron casi 30 con los seis que añadió el colegiado. Tocaba sufrir. Unionistas apretó a partir del juego directo. Era el turno de Ruly, que apareció con firmeza en varias ocasiones. Brillante el guardameta leonés, que solo concedió el gol de Giménez en el minuto 78.  Los salmantinos tuvieron un cabezazo al larguero que heló la sangre a todo Barreiro y alguna ocasión más. Pero el Fortuna supo sufrir. Incluso tuvo Fer López la ocasión de hacer el tercero en una contra. No hizo falta. La victoria quedó en casa del líder de la resistencia.

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