El Celta busca que Balaídos sea testigo del primer gol y la primera victoria

Cero puntos, cero goles. Tal nadería en Balaídos debe ser solventada cuanto antes por el Celta. Y ese cuanto antes es hoy, durante la visita del Alavés que, además, se presenta como la primera oportunidad de dejar atrás los puestos de descenso y de iniciar un periodo liguero de tres encuentros antes del próximo parón ante rivales directos -Las Palmas y Getafe- del que se espera que convierta las buenas sensaciones en puntos.

Porque existe el convencimiento en el vestuario celeste, a decir de los que hablan hacia fuera, de que el juego es bueno y que éste traerá consigo los resultados. Por eso, no se atisban grandes cambios en apuesta futbolística ni en nombres respecto al once que ya inició los dos últimos partidos. Cierto es que el de esta tarde es un encuentro entre semana, pero han pasado ya cinco días de la visita a Barcelona, por lo que no parece que el cansancio vaya a ser un factor a tener en cuenta.

Y no es porque no haya futbolistas habituales suplentes que no estén opositando a la titularidad. Aidoo tendrá que acabar entrando, Kevin y Manu Sánchez esperan por minutos en los laterales, Tapia está siempre al acecho, Carles Pérez necesita minutos tras su lesión y Douvikas ya se estrenó como goleador en Montjuic y reclama atención. Sin embargo, igual que le sucedió a Rafa Benítez en el transcurso de los dos últimos partidos, no es sencillo encontrar en el once tipo alguien que debe bajarse del mismo.

Si al entrenador celeste le sigue sucediendo lo mismo, lo más normal es que Iván Villar se mantenga en portería, con Vicente Guaita a la espera de la sucesión; Óscar Mingueza, el único jugador de campo de la plantilla que no se ha perdido un minuto, y Mihailo Ristic ocuparán los carriles; Unai Núñez, el capitán Carl Starfelt y Carlos Domínguez conforman la línea de tres centrales; Fran Beltrán y Luca de la Torre ejercerán de pareja de hecho en el centro del campo; Jonathan Bamba y Jorgen Strand Larsen estarán pendientes de las bandas en defensa y tratarán de pisar área en ataque; y Iago Aspas reinará.

Benítez se guardó el matiz táctico del puesto de Bamba ante el Barça. Algún retoque de ese cariz es posible, toda vez que el primero funcionó y demostró al técnico que los jugadores son capaces de aceptar variaciones dentro de la idea global.

Por su parte, el Alavés llega dolido por la derrota ante el Athletic pero dentro de un inicio de campaña positivo. Su gran debe es la capacidad goleadora, con un solo gol en las últimas cuatro jornadas y ninguno como visitante. En sus filas, el excéltico Luis Rioja.