El 4-0 ante el Sestao de la última jornada, después de una segunda parte de excepcional rendimiento y acierto, recondujo el caminar del Celta B, que confía en reforzar hoy (20:00) en su visita al Unionistas de Salamanca esa capacidad de olvidar la racha anterior de seis jornadas sin ganar. Entre ellas se incluyen sus tres últimas salidas, saldadas con dos derrotas -Sabadell y Cornellá- y un empate -Real Unión- que tiene un aspecto en común: en todas el conjunto celeste se puso por delante y no fue capaz de mantener la ventaja, encajando goles en los últimos minutos (84, 89 y 95).
De entrada, la visita está condicionada por las necesidades del primer equipo. La expedición del filial no parte hasta mañana a tierras salmantinas y para entonces el técnico del segundo equipo, Claudio Giráldez, ya sabrá si podrá contar con Hugo Álvarez y Javi Rodríguez e, incluso, al portero Coke Carrillo. Los dos primeros son más que habituales en los onces del filial, más allá de que su entrenador guste de realizar cambios prácticamente cada semana.
Por ejemplo, en el centro del campo el rendimiento de De la Iglesia, con ficha del C, lo ha mantenido titular en las últimas semanas, sentando a un fijo como Miguel Román. Y arriba, Raúl Blanco viene de brillar ante el Sestao pero tiene la dura competencia de Fer López, la perla, sobre el papel, más brillante de la cantera hoy por hoy. Con Alfon González marcando diferencias, la potencia de Pablo Durán está ganando en los últimos tiempos al cuerpeo de Dani González.
Atrás, cada vez que un trío de centrales se asienta, surge alguna razón para cambiarlo. Yoel Lago es el libre de Claudio Giráldez y Manu Fernández y Pablo Meixús han sido sus acompañantes en los duelos más recientes. Si se mantiene tal apuesta, los mentados Javi Rodríguez y Hugo Álvarez ejercerían de carrileros.
El Unionistas de Salamanca se está haciendo fuerte en casa en su lenta escalada hacia los puestos altos. Demasiados empates, hasta once, alejan por ahora a los salmantinos de las plazas de honor que el Celta sí ocupa. Pero son un rival de cuidado que, por supuesto, no hará cambiar la habitual valentía del filial celeste.
