Se dirá, con razón, que a falta todavía de 13 jornadas -que se traducen en 39 puntos- es precipitado asegurar que el Celta se juega la temporada en los seis días que separan sus dos próximos duelos ligueros: este domingo (14:00) en la visita al Cádiz, su más inmediato perseguidor en la clasificación, y el siguiente viernes día 1 (21:00) recibiendo en Balaídos al Almería, el colista. Dos de los tres únicos conjuntos que están por debajo de los célticos y que, por el momento, le permiten estar fuera de las plazas de descenso.
El encuentro ante el Cádiz parte con mayor peso porque los gaditanos son los que marcan esa frontera de la pérdida de categoría y sólo están tres puntos por detrás de los celestes. Además, están inmersos en un declive que no han logrado frenar con el cambio de entrenador, diciendo adiós a Sergio González y apostando por Mauricio Pellegrino. Los últimos cuatro encuentros, ya con el argentino en el banquillo, se han saldado con dos empates y dos derrotas y no han roto la gigante racha de 21 jornadas consecutivas sin ganar. No lo hace desde la cuarta jornada con un 3-1 en casa contra el Villarreal.
Un triunfo celeste abriría un interesante hueco con el descenso de seis puntos. Un empate mantendría la situación. Y una derrota haría encender las alarmas de cara a la recta final del campaña, especialmente por haber despertado a un rival directo que estaba en cuesta abajo.
Seis días después, el rival será el Almería, uno de los cuatro equipos a los que el Celta ha sido ganar esta temporada. En este caso, no preocupa tanto la distancia entre ambos, que ya es de 12 puntos, como dejar pasar una ocasión de sumar tres puntos. Los almerienses aún no han ganado esta campaña y la próxima jornada reciben al poderoso Atlético.
