Carlos Domínguez, la ley del canterano victorioso

Tiene ficha del filial pero la actual es ya la cuarta temporada con presencia en el primer equipo. Y, además de cuestiones futbolísticas, lo avala una estadística irrefutable: es el jugador que más gana de la plantilla. Tal condición se mantiene en esta campaña -dentro de los futbolistas con minutos en al menos un tercio de las jornadas y más de 1.000 minutos-, en la que más encuentros ha disputado (19), aunque lógicamente no ha logrado mantener la condición de talismán casi infalible de los tres cursos precedentes: sólo una derrota en los 15 duelos en los que participó.

Ese increíble balance de 11 victorias, 3 empates y un solo tropiezo era imposible de mantener cuando el número de encuentros aumentase, como ha sucedido. Pero la tendencia victoriosa del vigués no se ha borrado. Así, pese a haber jugado en poco más de la mitad de las jornadas -19 de 34, un 55,88%-, ha estado presente en el once inicial en 6 de las 8 victorias: Almería, Granada, Betis, Osasuna, Sevilla y Las Palmas. Las únicas que ha visto desde el banquillo fueron las logradas en casa ante el Almería y la del pasado fin de semana contra el Villarreal.

Con la llegada de Claudio Giráldez al banquillo, Carlos Domínguez ganó presencia en el equipo, aunque los problemas físicos de Carl Starfelt ya le habían dado protagonismo en el cambio de año. Con el técnico porriñés al mando, había sido el único jugador fijo en la línea de tres centrales en los cinco primeros partidos, pero contra el bloque castellonense se quedó fuera del once y tampoco salió desde el banquillo cuando se reemplazó a uno de los componentes de dicha línea.

El canterano tiene dos años más de contrato. Para la próxima temporada y con 23 años ya cumplidos, tendrá que dar el paso de tener ficha del primer equipo, una circunstancia que ya esperada el pasado verano. Su condición victoriosa debería ser un argumento.

Ocho jugadores para la línea de tres centrales

El último en llegar ha sido Mihailo Ristic pero antes que él hubo otros ocho integrantes de la plantilla que, en algún momento, formaron parte de la línea de tres atrás característica del sistema de Claudio Giráldez y que, al menos por momentos, ha empleado en los seis partidos que ha dirigido. Con el serbio, sus apuestas para esta demarcación se elevan a ocho. No son pocas para media docena de encuentros pese a ser tres puestos a cubrir.

Han pasado por ahí tres centrales como Unai Núñez, Carl Starfelt y Carlos Domínguez; dos mediocentros con experiencia de centrales como Renato Tapia y Jailson Marques; y tres laterales como Óscar Mingueza -también central-, Javier Manquillo y el mentado Ristic. En función del rival, el técnico ha ido retocando la línea. Parece difícil encontrar más opositores a estos puestos en la primera plantilla pero…

Jailson, el gran perseguidor

En puridad matemática, el jugador del Celta que mejor porcentaje de victorias lleva esta temporada es el también canterano Damián Rodríguez, pero su espléndido 66,66% -2 de 3- queda muy matizado por el hecho de que sólo ha jugado tres encuentros, sólo uno como titular, y apenas 80 minutos. En situación similar, aunque con más participación, están también Hugo Álvarez y Javier Manquillo, con nueve encuentros en su currículum de la temporada y cinco victorias. Ambos sí mejorarían a Carlos Domínguez si el tope mínimo se fija en 13 partidos, es decir, un tercio de la temporada liguera, pero están lejos de llegar a los 1.000 minutos.

Esos 13 partidos es exactamente la cifra que ya alcanzó Williot Swedberg, aunque con menos de 300 minutos (292). E incluso así, está por debajo de Carlos Domínguez en porcentaje de victorias, con un 30,76% -4 de 13-.

El único que sí puede arrebatarle el honor de ser el más victorioso del vestuario con un número suficiente de partidos y minutos es Jailson Marques. Con sus 12 encuentros y 713 minutos, el brasileño ha ganado exactamente un tercio de los partidos en los que ha jugado (33,33%, 4 de 12). Pero tiene difícil llegar a 1.000 minutos.