Carlos Domínguez, el elemento escondido del Celta

Carlos Domínguez fue titular en el último partido de Liga ante el Barcelona.
photo_camera Carlos Domínguez fue titular en el último partido de Liga ante el Barcelona.
Carlos Domínguez quintuplicó ante el Barcelona los minutos que acumulaba en todo el curso

Carlos Cavalhal sorprendió en el partido decisivo de la temporada con la inclusión de Carlos Domínguez en el equipo inicial. Era el primer partido de la temporada como titular del central vigués con el primer equipo. Hasta el duelo ante el Barcelona sumaba 17 minutos en Primera esta campaña. Una cifra casi ridícula para salir de cara en el partido en el que el Celta se jugaba la permanencia en la categoría. Pero sucedió. 

Y, una vez sobre el campo, la decisión del entrenador salió bien porque Carlos Domínguez realizó un partido impecable en el centro de la zaga con una notable presencia y buen juego aéreo. De hecho, despejó seis balones e interceptó un tiro a puerta. A ello añadió, incluso, una buena salida de balón, que podría ser un hándicap en su rendimiento, pero no lo fue contra el equipo catalán.

En un enfrentamiento de nervios, de máxima tensión, el vigués mantuvo la calma a sus 22 años y con su escasa experiencia en Primera División. Desde luego, la actuación ante el Barcelona es más que una reivindicación de futuro. En 90 minutos demostró más que muchos centrales en temporadas enteras. 

Y lo cierto es que esos minutos quintuplicaban lo que había jugado esta campaña. Hasta el domingo, Carlos Domínguez había disputado 17 minutos en Primera en el presente curso. Saltó al campo en el descuento ante el Girona allá por la tercera jornada liguera y, después, jugó 16 en la vigésimo tercera fecha del curso. Nada más en liga. Sí tenía minutos en Segunda División B, pero tampoco acumuló en exceso porque fue convocado en muchas ocasiones con el primer equipo. Lo que le restó presencia en el filial céltico. 

Además, el partido contra el Barcelona también sirvió al zaguero como reivindicación en una temporada que resulto de involución. De hecho, la termina con esos 107 minutos sobre el terreno de juego, por los 341 de la temporada anterior, y los 360 que firmó en su primer curso en la máxima categoría del fútbol español. Es un tercio de los minutos de las dos campañas anteriores.

Pese a ello, en la mayoría de seguidores del Celta recordarán los 90 minutos de la presente temporada y su actuación ante Robert Lewandowski, una estrella mundial y máximo goleador de la categoría en la presente campaña. 

La entrada de Carlos Domínguez en el equipo estuvo marcada por la lesión de Aidoo y los problemas de Renato Tapia, que tras el encuentro reconoció que “terminé en el hospital, me subió la presión, me bajó, estuve mareado, con ganas de vomitar... No por la situación, sino porque llegué a un estado que había cosas externas que estaban en mi mente y exploté. Eso demuestra que estaba comprometido con el club”. Un cuadro médico que puede encuadrarse dentro de un capítulo de ansiedad y que también pudo condicionar la decisión de Carvalhal.

Sea como fuere, jugó Carlos Domínguez y realizó un partido de extraordinario nivel. Tapia saltó al campo en la segunda mitad y también contribuyó con su oficio a la victoria de la salvación para el Celta. Todo salió bien y, si había dudas, el equipo ganó un central para el próximo curso.

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