El Iago Aspas más determinante de toda la temporada, el que ha marcado cuatro goles desde comienzo de año y ha participado en la mayoría de los tantos del equipo en ese periodo, no podrá jugar el próximo viernes en Balaídos contra el Almería en otro partido que se antoja clave para la permanencia. El moañés se metió ayer de lleno en los minutos más polémicos del partido y vio su quinta cartulina amarilla por juguetear con el balón retrasando el saque de una falta en el centro del campo por parte del Cádiz. Y con esa amarilla, se mantuvo dentro de las tensiones generadas, principalmente, por un Rubén Alcaraz experto en tales menesteres. Con Swedberg de sufridor, el capitán asumió galones en ese otro fútbol.
Se especulaba, con lógica, en una nueva suplencia de Aspas, tras las vividas en los dos anteriores encuentros del Celta como visitante, ante Osasuna y Getafe. Agradeció enseguida no caer en esa tercera suplencia seguida a domicilio con el primer gol celeste en el Nuevo Mirandilla ayer. Ya es el quinto del moañés, lejos de sus cifras habituales pero en camino hacia acercarse a ellas mucho. Pese a todos los peros, es el segundo máximo realizador en Liga del equipo con esas cinco dianas, cuatro por detrás de un Larsen que ayer no tuvo su día en un partido en el que el Celta perdió de largo el combate de los disparos a portería: 19 del Cádiz, su tope esta temporada, contra 7 de los célticos.
Sea como sea, Aspas sigue alcanzando cotas en su exitosa carrera. El gol de ayer ante el Cádiz es el 150 en Primera División vestido de celeste, a los que hay que sumar los dos anotados en su etapa en el Sevilla. Con tal cifra, ya iguala a Julio Salinas en el ránking histórico en la vigésimo segunda posición. El hito de estar entre los 20 primeros está perfectamente a su alcance, pues tiene por delante a Ferenc Puskas (156) y a Aritz Aduriz (158).
Con todo, una temporada más, la función principal del moañés volverá a ser contribuir de forma decisiva a la permanencia del Celta en Primera. Ése ya es, sin duda, su legado. Escaso para muchos al hablar de un jugador de leyenda y ni mucho menos jubilado. De hecho, la esperanza es que en los meses que restan para el final de Liga y tras el paréntesis del Almería, aumente su cifra de goles, asistencias y penúltimos pases. Para ser de nuevo el salvador.
“Si estamos abajo será por algo”
Iago Aspas compareció ante las cámaras de Movistar nada más terminar el partido con un semblante de resignación. “Se ha escapado en los últimos minutos”, se lamentó el moañés, quien reconoció el mal sabor de boca final: “Sí, más después de ponernos 0-2 en un partido con tanta tensión. Quedando 25 o 30 minutos por delante, nos meten el gol muy pronto y después, en los últimos minutos siempre nos cuesta defender”.
El capitán céltico hizo un balance pormenorizado del duelo visto ayer en el Nuevo Mirandilla. “Era un partido con mucha tensión. Sabíamos lo que nos jugábamos. Estábamos bien puestos sobre el terreno y sabíamos que ellos son un equipo que no tiene tanto fútbol, que pega centros desde el lateral arriba en busca de la segunda jugada con los dos delanteros. Entonces, teníamos que aprovechar nuestras oportunidades, lo hemos hecho y no hemos sido capaces de cerrar el partido una vez más”, se volvió a lamentar.
Preguntado al respecto, a Aspas no le quedó más remedio que buscar una razón a la concesión de tantos goles en los últimos minutos de los partidos. Y apuntó esta tara como una de las razones de la mala clasificación del equipo. “Si estamos abajo será por algo. Por tener errores, yo el primero. Hemos defendido muy abajo esos centros. Ya en el anterior al córner, está solo el delantero en el área pequeña y tres mirando para él. Son cosas que en Primera División no se pueden permitir. Te penalizan y nos vamos 2-2”, consideró.
Cálculos rápidos
Rápidamente, el capitán celeste hizo las cuentas en su cabeza para recomponer la figura de cara al partido del viernes. “Seguimos a tres puntos del descenso, con el golaveraje empatado con el Cádiz y mejor diferencia de goles que ellos. Ahora, intentaremos ganar al Almería en casa esta semana”, dijo.
Al menos, Aspas tuvo la alegría de haber marcado su gol 150 con el Celta en Primera. “Estoy muy contento por la cifra. Pero no me deja satisfecho porque yo siempre quiero ganar y quería la victoria hoy. Una pena y a seguir trabajando para que llegue la próxima cuanto antes”, cerró.
