Así fue el estreno de la grada de Marcador

La grada de Marcador se abrió por primera vez ante el Barcelona. // J.V. Landín
photo_camera La grada de Marcador se abrió por primera vez ante el Barcelona. // J.V. Landín
El estreno de la grada trajo consigo la permanencia del Celta | C Tangana, autor del himno del Centenario, vivió el encuentro en la reformada grada, que volvió a rugir

A grada nueva, victoria segura. No pertenece esta frase al imaginario colectivo del fútbol, pero en el caso del Celta ayer, bien puede convertirse en un nuevo mantra. El estreno de Marcador, probablemente antes de lo que el club céltico habría deseado y más tarde de lo que el Concello de Vigo habría querido, desembocó en una catarsis colectiva en forma de permanencia.

La bancada, llena hasta arriba, colaboró activamente a lograr los 23.365 espectadores en Balaídos. De largo y como es obvio al contar con el estadio completo, la mejor entrada de la temporada. Justo cuando más falta hacía.

El cantante C.Tangana disfrutó del partido en la grada de Marcador. // J.V. Landín
El cantante C.Tangana disfrutó del partido en la grada de Marcador. // J.V. Landín

En su reestreno, Marcador recuperó rápidamente su esencia. Tradicionalmente, siempre ha sido la bancada más animosa. Ayer no fue excepción. Empujó de principio a fin, con muchas de las peñas recuperando su espacio y un ilustre inquilino como C Tangana. El trapero madrileño, en la ciudad por la grabación del vídeo del himno del Centenario, disfrutó del choque con una camiseta de Mostovoi.

Precisamente con ese modelo de elástica brilló Ahmed Hossam Mido en su corta pero intensa estancia en el Celta, que valió una clasificación para la Liga de Campeones a principios de siglo. El ariete egipcio pudo vivir el suspiro de la permanencia desde dentro. Un alivio colectivo tras 90 minutos de sufrimiento que parecía aplacarse con el segundo de los dos goles de Gabri Veiga pero tomaba fuerza de nuevo con el tanto de Ansu Fati. La animación fue increíble durante todo el choque, pero también hubo tiempo para los mensajes al palco. “Gabri sí, Mouriño no", sonó claramente. Es un tema que todavía tiene recorrido. Por suerte para el Celta, el de su salvación se cerró ayer con final feliz.

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