Celta y Rayo se neutralizaron ayer en Balaídos entorpeciendo al rival. Ninguno de los dos pudo adueñarse del balón en la primera parte, pero los celestes dominaron en la segunda.
Un sistema, dos cambios
Claudio Giráldez mantuvo ante el Rayo el dibujo 3-4-3 con el que se estrenó en Sevilla e introdujo sólo dos cambios respecto al partido del Sánchez Pizjuán. Starfelt sustituyó a Unai Núñez en el medio de la línea de tres centrales y Manu Sánchez entró por Javier Manquillo, pero para situarse en su posición natural, el lateral izquierdo, mientras que el canterano Hugo Álvarez repitió titularidad, pero esta vez como carrilero por la derecha. El Rayo también presentó dos cambios, pero obligados por las sanciones de Lejeune y Raúl de Tomás, que fueron sustituidos por Pathé Ciss y Sergio Camello, respectivamente.
Balón sin dueño
Celta y Rayo, dos equipos que se despliegan alrededor del balón, estuvieron incómodos en la primera parte porque ninguno de ellos consiguió adueñarse de la pelota. Los marcajes férreos -como el que protagonizaron el céltico Beltrán e Isi-, la presión alta para entorpercer la salida de balón desde atrás y la intensidad que mostraron ambos conjuntos hicieron que en los 45 minutos iniciales apenas pudieran trenzar jugadas largas y el único peligro llegó a balón parado o al contragolpe.
La estrategia
La única ocasión clara en la primera mitad la generó el Celta en una jugada de estrategia. Tras un córner sacado en corto, Hugo Álvarez centró desde el pico izquierdo del área, el cabezazo de Larsen se estrelló en el poste y Dimitrievski despejó finalmente con el pie. En la segunda parte, Jailson convirtió en gol un saque de falta de Iago Aspas, pero Hernández Hernández lo anuló de forma inexplicable.
Lentos e imprecisos
El sistema que propone Giráldez exige que el balón se mueva con velocidad y precisión, pero a sus jugadores les faltaron las dos cosas ayer porque, además, el Rayo apretó incluso más arriba después del descanso.
Refuerzo en la medular
En la segunda parte, Giráldez sustituyó a Sotelo por Jailson, aunque el brasileño acabó como central y dejó el puesto de mediocentro a Tapia, que había entrado por Starfelt tras el descanso. Los cambios sirvieron para que el Celta se hiciera al fin con el balón.
Y refresco en ataque
Con Bamba poco efectivo y Larsen muy vigilado, el técnico celeste decidió refrescar el ataque en el tramo final con Carles Pérez y Douvikas. En el último minuto del tiempo añadido, el extremo de Granollers estuvo a punto de resvolver con un remate al larguero desde la frontal del área.
