Los Juzgados de Tui fueron ayer centro de una inusual atención por parte de los medios con el pase a disposición judicial de la única investigada por los incendios que calcinaron 21 coches y dañaron otros seis en el Casco Histórico de la ciudad. La detenida, D.B.G., llegó al mediodía en un coche de la Guardia Civil. Tapada con la capucha del anorak que vestía y que le protegía la cara de las cámaras, entró en las dependencias judiciales custodiada por dos agentes. Allí permaneció durante cuatro horas, hasta que el juez de Instrucción 3, en funciones de guardia en el momento en que se produjo el suceso que conmovió a todo Tui, acordó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza para la mujer, que está acusada de un delito de daños continuados con riesgo para las personas o, alternativamente, estragos, según comunicaron fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
La única detenida por los hechos de la madrugada del pasado lunes fue identificada gracias al visionado de las cámaras de seguridad que fueron revisadas por la Guardia Civil. Las primeras informaciones apuntaban a que una disputa familiar podría estar detrás de las causas del suceso. Aunque no se descartan otras hipótesis, por el momento las investigaciones sugieren que habría actuado sola.
Uno de los puntos donde fueron grabados los hechos fue en la Plaza de la Armada Española, donde ardieron 7 vehículos estacionados en batería a pocos metros de una de las instalaciones de la Comandancia del Miño, donde se encuentra una de las cámaras de vigilancia que fueron revisadas por los agentes.
Los hechos tuvieron lugar entre las 3.30 y las 4 horas de la madrugada de ayer lunes. Una hora en la que el Casco Histórico, y toda la ciudad, apenas registra actividad y en la que las calles están desiertas. Todo parece indicar que la ahora detenida habría actuado sola y realizado un peculiar recorrido por las calles del centro histórico tudense en el que dejó un rastro de fuego y destrucción que afectó a un total de 21 coches aparcados en la calle que quedaron completamente calcinados y que afectó con diferentes daños materiales a otros seis.
Asesoramiento a los afectados
El alcalde de Tui, Enrique Cabaleiro, junto a otros miembros del equipo de gobierno y de todos los grupos de la corporación municipal, se reunió con medio centenar de afectados. El regidor explicó que en la tarde del lunes se comenzaron a retirar los primeros vehículos que estaban completamente calcinados por parte de una empresa de desguace contratada por el Ayuntamiento. Señaló que esta era una prioridad ante el riesgo que presentaban los materiales calcinados. Otra empresa especializada comenzó a limpiar ayer toda la zona afectada.
Por otra parte, para poder prestar el mejor asesoramiento para poder reclamar ante las compañías aseguradoras, el Ayuntamiento contrató a un abogado que asesorará a todos los interesados. Para eso será preciso que aporten la póliza de su seguro así como la documentación del vehículo. Desde el Ayuntamiento se está gestionando con una compañía de alquiler de coches la disponibilidad de estos vehículos para los afectados que puedan precisar de una solución de movilidad de manera inmediata, asumiendo los costos del alquiler. Además, el personal técnico municipal está estudiando ya las ayudas que se podrían establecer para hacer frente a la adquisición de un nuevo vehículo.
Concentración de medios en los juzgados tudenses
El exterior de los juzgados de Tui era ayer un hervidero de cámaras. Numerosos medios locales y nacionales esperaban expectantes la llegada del vehículo de la Guardia Civil con la detenida, D.B.G., de 51 años y vecina del Casco Histórico de la ciudad, escenario de los incendios en los que se calcinaron 21 coches y otros seis sufrieron daños de diferente consideración. Pese al gran despliegue mediático, que se mantuvo durante todo el tiempo en el que la mujer estuvo declarando dentro de las dependencias judiciales, llamaba la atención la ausencia de vecinos o familiares. Parecía como si las llamadas a la calma emitidas desde el Ayuntamiento y que se repitieron en la reunión mantenida por el alcalde y toda la corporación con los afectados hubiera dado sus frutos y los tudenses hubiesen cerrado el triste episodio de la madrugada del lunes, dejando paso a la normalidad y la tranquilidad que caracteriza a esta ciudad fronteriza y siempre hospitalaria.
