Las carreteras que conectan Vigo con los municipios del Baixo Miño han experimentado una importante subida de usuarios del transporte público interurbano, pero sus servicios muestran un déficit en cuanto a la demanda actual. Según datos de la Xunta, entre septiembre de 2023 y enero del 2024 se incrementó el uso del autobús en hasta un 25%, al registrarse 73.000 usuarios frente a los 58.500 que reflejaba el año anterior en el mismo periodo. La conexión con municipios como Tui, A Guarda, O Rosal o Tomiño por carretera se encuentran muy demandadas, pero son pocos los servicios operativos, lo que hacen que las quejas se sucedan. No es extraño que se reflejen incidencias casi diarios, como autobuses llenos sin posibilidad de llevar a más personal, fruto de la reducción de frecuencias con respecto a la anterior licitación, o atrasos diarios. Mientras, en la conexión Vigo-Gondomar-Baiona se transportaron un total de 116.000 usuarios entre los meses de septiembre de 2023 y enero del 2024, un 12% más.
Desde la Xunta aseguran que esa demanda viene impulsada por la gratuidad ofertada para los jóvenes menores de 21 años y, desde el 1 de enero de 2024, ampliado también a los mayores de 65 años. En total son más de 2.900 jóvenes los que se desplazan de Vigo a los municipios del Baixo Miño empleando la tarjeta Xente Nova, así como los 650 mayores de 65 años a través de la Tarjeta de Mobilidade de Galicia.
Este aumento de la demanda también viene dado por el inicio del curso escolar. Muchos son los estudiantes que acuden a Vigo a cursar sus estudios de formación profesional o Bachillerato debido a la poca oferta en los municipios del Baixo Miño. Ante ello se adelantó hasta 50 minutos la primera conexión entre A Guarda y Vigo para, con paso por municipios como Tui o Porriño, contar con una llegada acorde a los horarios escolares. Sin embargo, algunos estudiantes se han quedado sin poder realizar el recorrido debido a su gran demanda.
Hasta cinco reuniones entre Xunta y Lugove
Las constantes quejas y la demanda creciente ha hecho que tanto Xunta como Lugove, empresa encargada de dar el servicio del transporte interurbano, se pongan manos a la obra para poner fin a los problemas de movilidad en el Baixo Miño. Desde el pasado verano han mantenido cinco reuniones para el estudio de posibles mejoras y responder ante las cambiantes necesidades de los usuarios.
Una de esas medidas es el refuerzo de servicios entre A Guarda y Vigo a primera hora de la mañana. La creciente oferta estudiantil dejó, en algunas ocasiones, a alumnos sin posibilidad de desplazamiento a sus centros de estudio. Otra es el ajuste horario en los autobuses que pasan por Tui y Tomiño, así como analizar la demanda existente en ese recorrido en el último servicio del sábado. Ya en marzo se están realizando seguimientos específicos en diferentes líneas de los municipios del Baixo Miño en dirección al hospital Meixoeiro o a la estación intermodal de Vigo.
