Caminha-A Guarda, incluso sin el ferry

El ferry, ya solo para personas, parado en Caminha desde octubre de 2021. Para el cruce de peregrinos hay barcas-taxi, en la foto, y el servicio de la Xunta denominado Xacobeo Transfer.
photo_camera El ferry, ya solo para personas, parado en Caminha desde octubre de 2021. Para el cruce de peregrinos hay barcas-taxi, en la foto, y el servicio de la Xunta denominado Xacobeo Transfer.
El servicio del Miño se ahoga tras casi dos años sin funcionar: el barco necesita una reparación que no llega por falta de ayudas. Para cruzar el río, barcas-taxi y el Xacobeo Transfer para peregrinos del Camino de la Costa

En 1995 comenzaba a funcionar el ferry Santa Rita de Cássia, propiedad del ayuntamiento de Caminha, que unía A Pasaxe (A Guarda) con Caminha. Con el paso de los años, las dificultades convertirían a este medio de comunicación en un Guadalquivir del transporte. Las mareas, alguna avería, los arenales o las tareas de mantenimiento anuales, fueron algunas de las causas que motivaron su inactividad en repetidas ocasiones, a las que hay que añadir la interrupción por el covid y el cierre de fronteras.

El servicio se reanudó el 9 de julio de 2021, pero solamente para pasajeros, sin posibilidad de transportar vehículos ante la inseguridad de un pantalán falto de mantenimiento por parte de Portos de Galicia. Y en octubre de 2021, el servicio se interrumpe para todos por falta de seguridad para los usuarios y el riesgo de hundimiento del pantalán, lo que supone el mayor periodo de inactividad conocido y que continúa a día de hoy. Esta situación “permitió” trasladar el ferry al astillero para realizar una revisión general, que finalizó a comienzos de 2022. Un problema para el Camino Portugués de la Costa y los miles de peregrinos que tienen que cruzar el río, resuelto en parte con los servicios instalados este año de barcas-taxi y el Xacobeo Transfer de la Xunta. Pero el ferry sigue varado: necesita una reparación muy importante que no se hará sin ayudas públicas, por lo que salvo milagro, parece condenado. Además, está el problema del río, que tiene que ser dragado para garantizar el tráfico fluvial.

Esta situación de parálisis ya se presagiaba en 2020 cuando los alcaldes de A Guarda, Antonio Lomba, y de Caminha, Miguel Alves, presionaban a la Xunta para evitar lo que vendría después. Los repetidos requerimientos del alcalde guardés, no obtenían respuesta por parte de Portos de Galicia. El 5 de mayo de 2022, con el Santa Rita de Cássia ya parado “definitivamente”, la presidenta de Portos les indica que el ferry volverá a estar operativo en el verano de 2023, una vez arreglado el embarcadero cuya actuación se estimaba en unos 300.000 euros. Casi un año después, el 29 de marzo de 2023, los operarios llevaban a cabo las tareas para retirar el pantalán de atraque. El coste de esta actuación supera ahora los 580.000 euros y desde Portos informan que todavía se precisa de un mes más para finalizar la reparación y colocación de esta infraestructura, atrasando las previsiones iniciales para el comienzo del otoño.

Roberto Carrero, alcalde de A Guarda, explica que la empresa  responsable de la reparación consideró oportuno sustituir parte de la estructura dado su deterioro, y señala como nueva fecha, el 15 de septiembre. A esto hay que añadir que, previsiblemente, el ferry precisará de algún tipo de reparación aún no acometido, que podría afectar, incluso, al casco, esto es, al menos “vox populi”, pudiendo demorar su entrada en funcionamiento. El alcalde de A Guarda gestiona un próximo encuentro con su homólogo de Caminha, Rui Miguel Rio Tinto Lages, para conocer la situación del transbordador. El anterior alcalde caminhense, Miguel Alves, hablaba de construir un nuevo barco de propulsión eléctrica con un menor calado para que no dependiese de las mareas, y concesionando a su explotación a la iniciativa privada. Reconocía entonces Miguel Alves que el Santa Rita de Cássia “está próximo a su fin”.

Camino de la costa

La paralización del transporte hizo temer la continuidad del Camino de la Costa. Hubo suerte. Tres barcas-taxi “auxiliaron” a los peregrinos en un itinerario que en pocos años supone el tercero con mayor número de peregrinos y, porcentualmente, el que más crecimiento tiene.

Para oficializar el transporte, el ente autonómico habilitó el 9 de abril de 2022, dos pequeñas embarcaciones, sustituidas en julio de ese año, por un barco con propulsión eléctrica y capacidad para 12 pasajeros y sin posibilidad de cargar ningún vehículo a motor. Muy lejos de los 40 asientos del Santa Rita de Cássia, ampliables al viajar opcionalmente de pie. 
El barco eléctrico del Xacobeo Transfer tiene escaso
o ningún movimiento, permaneciendo atracado en A Pasaxe. El transporte lo realiza una embarcación parecida a la que emplean las barca-taxi portuguesas, no fácil de recibir a las personas con movilidad reducida y que deja a los viajeros en un pequeño arenal, en Caminha, próximo al embarcadero del ferry, con una mayor dificultad para salir de la embarcación.

No es la única dificultad. Para obtener el billete hay que hacer uso de una aplicación de Xacobeo Transfer a través de la cual se gestiona el pasaje que no está al alcance todos los usuarios. Existe la posibilidad de abonar el importe en el barco, pero con tarjeta de crédito.

No son los únicos inconvenientes. Ir a Caminha a tomar un café, ya no es factible; que los caminhenses quieran acercarse a A Guarda, tampoco. El viaje ida y vuelta supone 12 euros por persona (3 euros era en ferry). Así que los principales usuarios son los peregrinos del Camino. Los demás optan por un transporte privado donde cuatro personas, en coche propio no gastan los 48 euros que les valdría un recorrido de aproximadamente 2 minutos por el río. Hay quien acude al autobús A Guarda-Vigo, mucho más económico.

Te puede interesar