Mejor solos que mal acompañados. El diez por ciento de los ciudadanos españoles vive solo. Es una decisión personal que dice muy poco de la fe en el ser humano o directamente en el sexo contario. O quizá es que hay quien se siente tan raro o ha generado tantas rarezas que prefiere no castigar con ellas a otra persona. O son muy valientes para arrostrar el futuro en soledad. Pero también es verdad que la soledad es una carga pesada sobre todo cuando no es buscada sino sobrevenida como en el caso de la viudez -las mujeres en esta situación son las más numerosas-. También suele ser sobrevenida y no deseada la situación de los hogares monoparentales en los que conviven hijos con uno de sus progenitores. Salvo para unos pocos valientes habría que concluir que no es buenos que el hombre esté solo.
