La reina doña Letizia acaba de cumplir 42 años –felicidades majestad- y desde que es princesa, y ahora que ha ascendido en el escalafón, no ha logrado cerrar un debate que a muchos ciudadanos sorprende profundamente: los/las periodistas que escudriñan cada uno de sus movimientos, gestos, actitudes… no se ponen de acuerdo acerca de si es bueno o malo que la reina repita vestuario. Si lo hace resulta que acentúa su carácter plebeyo, pero si se le ocurriera aparecer en cada acto público con un vestido nuevo pondrían el grito en el cielo por derrochar en época de crisis. O sea, que ya está bien: pónganse de acuerdo y no critiquen por criticar con más voluntad que acierto. Al menos en cuestión de vestuario.
