Durante el bipartito PSOE-BNG en la Xunta se realizó un informe sobre la costa gallega donde se planteaba como hipótesis de trabajo construir un puerto exterior en el sur de Galicia, en concreto en la boca de la Ría de Vigo en el municipio de Santa María de Oia. Fue un documento oficial, así que tenía cierto rango, pero nunca pasó de una anotación, como tantas otras publicaciones que realizaron en dicho período, fructífero en papeleo y escaso en realizaciones.
De aquella época turbulenta fue también la presentación del Plan Vigo por Emilio Pérez Touriño, otro informe que no pasó de la correspondiente presentación pública con gran fanfarria sobre proyectos futuros en vías e infraestructuras. En cambio, sí anotó tres actuaciones en negativo: el incumplimiento del traslado de la Consellería de Pesca desde Santiago a Vigo, prometido por Touriño; el veto al Plan General que había sido aprobado con enorme mayoría política y social, y finalmente el "no" a la constitución del Área Metropolitana y a la aprobación de la ley. Historia, en definitiva.
Me quedo con la iniciativa planteada para construir un puerto exterior en Oia por coincidir con el momento en que Ferrol y A Coruña habían puesto en marcha sus propias terminales fuera de sus rías. Ya sabemos el resultado: Ferrol construyó un puerto que no avanza ni ha conseguido ninguno de sus objetivos, comenzando por el movimiento de contenedores: sigue en cero pese a la adjudicación del servicio a la empresa que gestiona Lisboa y Oporto. En cuanto a Coruña, el desfase en la inversión amenaza con batir récords sin que haya cumplido sus objetivos oficiales. No obstante, quizá sea un puerto refugio y base de petroleros: hace falta en Galicia y las Rías Baixas han renunciado expresamente.
Lo de Santa María de Oia no podía quedar en nada y así fue. Lo más grave es que se planteaba un absurdo: el traslado del puerto a la zona más batida por el mar, cuando la tranquilidad de la Ría es precisamente el valor añadido de Vigo frente a los rivales.
