Opinión

La playa que debe estar ahí

Vigo no será nunca una ciudad completa mientras no tenga resuelta su conexión con Samil. De ello se habían ocupado dos insignes arquitectos, Antonio Palacios y Antonio Cominges, que idearon propuestas para una gran vía desde el centro hasta la playa. Palacios planteó en los años 30 una auténtica revolución con un desarrollo urbanístico novedoso para convertir Vigo en la Barcelona del Atlántico y con enorme visión de futuro Samil en un balneario con hoteles y un casino. Tras la anulación judicial de dicho plan -un disparo en el  propio pie- Cominges retomaría años después la propuesta y proyectó la Gran Vía en tres tramos, inaugurando en 1945 el propio Franco los dos primeros, de Urzaiz a Plaza de España y desde este punto a Travesas. El tercero, de la plaza de América a la playa, quedaban pendiente de desarrollar. Como es conocido, tuvieron que pasar 25 años más para que se pudiera construir la avenida Castelao y Coia, que también se quedó a medias, al finalizar en Navia. Este último tramo, Europa-Samil, tiene de avenida sólo su nombre porque era y continúa siendo una mala carretera imposible de transitar  a pie. ¿Qué hace falta? Que la playa se pueda utilizar todo el año y eso pasa por facilitar un acceso adecuado y no un parche, otro más. La solución está en nuestras manos: hacer real lo que planearon hace 70 años Palacios y Cominges y convertir la avenida de Europa en un gran vía con un bulevar por donde se pueda caminar sin riesgo que además cuente con algún tipo de transporte. Un tranvía eléctrico con recorrido desde Samil hasta Travesas, por ejemplo. Y así saldaría Vigo otra de sus deudas. Continuará...

Te puede interesar