Opinión

Aprender de Areal

Confiaba este domingo en Atlántico Enrique López Veiga en que Vigo había aprendido del error cometido en Areal, donde se  construyó un muelle caro, tarde y mal, que se ha quedado pequeño y poco operativo debido a que finalmente se ejecutó con pivotes y de menor tamaño del previsto. Todo ello fue consecuencia de la brutal campaña en contra de la ampliación, sustentada sobre datos falsos y premisas demagógicas sobre el impacto que iba a suponer sobre el puerto y la Ría de Vigo. La realidad era que sin nuevas terminales, Vigo está acabado y su puerto acabaría echando el cierre. Se puede comprobar que la menor competitividad en los costes por la estiba ya ha tenido efectos en el traslado de escalas de Maersk a Marín, y con el PIF, que ha llevado 50.000 toneladas de congelado a Leixoes. Imaginemos qué ocurriría sin muelles adecuados...
Aunque se trata del caso más famoso por su desarrollo e impacto  no ha sido el único en que una dotación necesaria se demoró durante años. La Biblioteca del Estado lleva diez años en la agenda con varias propuestas de ubicación. Se planteó un edificio de nueva planta en la plaza del Rey, que fue lo más cerca que estuvo de convertirse en realidad, o reutilizar caserones como el lamentablemente desaparecido Cluny, o incluso la Panificadora. También cambiar de actividad otros, como la Escuela de Artes y Oficios, o usar el Auditorio, donde había espacio libre, aunque al parecer insuficiente.
Claro que el récord absoluto lo tiene el AVE a Vigo, que continúa siquiera sin tener una fecha aproximada acumulándose retrasos. Durante años el Gobierno sostuvo que llegaría a Vigo en 2012 o 2013. Luego se alargó hasta este mismo año, 2018. Y ahora se señala que quizá a partir de 2023, en el mejor de los casos. El AVE estará en Ourense en 2019, pero el tramo por Cerdedo, 54 kilómetros que enlazan con Pontevedra, no está siquiera confirmado. Serían unos 2.000 millones. Continuará...

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