Opinión

alerta roja en el puerto

El sector portuario es términos económicos el segundo de Vigo por producción y quizá el primero por empleo. Por sí solo O Berbés ya suma 6.500 personas registradas en los muelles pesqueros. Pero quizá la nota más llamativa de los últimos 20 años es que Vigo ha ido especializándose como la terminal de Galicia para exportación e importación. Hasta el 75 por ciento de las mercancías de la Comunidad Gallega llegaron a salir y entrar por Guixar y quizá el 90 por ciento del pescado congelado. Datos que desde hace un año, con la marcha de Maersk, la estadística coloca en cuarentena mes a mes, con un declive evidente y constatable en cifras. El puerto de Vigo cae en picado en tráfico de mercancías y cada vez con mayor intensidad, mientras las terminales de Leixoes y Marín crecen en gran parte gracias al desvío de contenedores. ¿Qué hacer? En Vigo se ha producido una tormenta perfecta: la amenaza de huelga de la estiba ha sido suficiente para que la línea oceánica de la naviera Hapag-Lloyd se marchara a Portugal. Y para que Maersk incrementara sus descargas en Marín, donde hace un año ya envió gran parte de la carga por el coste de la carga y descarga en Guixar. Y mientras tanto, los irresolutos problemas con el funcionamiento del Puesto de Inspección Fronteriza, por donde entran todos los productos destinados al consumo, afloraron como nunca: el resultado ha sido la anulación de la entrada de cítricos de Sudáfrica y ahora también de congelado de China. Ambas cargas se van a Portugal y muy difícilmente podrán ser recuperadas. Es una marcha firme hacia el desastre. Alerta roja. Continuará...

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