H ace ya muchos años pero no tan pocos para olvidarlo, el consistorio vigués y el periódico de enfrente desataron una campaña brutal contra la ampliación de los muelles y el propio puerto, que fue sometido a una demonización intensa. El entonces alcalde, Lois Castrillo -por otra parte una buena persona que quería a esta ciudad pero muy equivocado en este asunto- perdió poco después el cargo y el BNG acabaría fuera de la Corporación. El diario en cuestión siguió a lo suyo y logró años después incluso una medalla de la Autoridad Portuaria…
Recordemos: el Puerto decidió poner en marcha en 1999 una ampliación de los muelles en Areal prevista en su Plan Especial al entender, con buen criterio, que los tráficos irían creciendo y que las instalaciones existentes no servirían: la plataforma no llegaba para el tráfico de mercancía y el calado resultaba insuficiente para barcos cada vez mayores. No se equivocó. El muelle de Areal es un éxito, como ratificó la UE. Todavía estamos a la espera de una explicación de aquella campaña que tanto daño supuso a la Muy Leal, un disparo en el propio pie, que impidió aprovechar plenamente el ciclo alcista de la economía.
PD. El Puerto Exterior de A Coruña siempre fue un disparate pero ya no tiene remedio. Una terminal para petroleros es un buen destino. En Vigo, no gracias.
